Los espectadores y aficionados al fútbol no debemos depender de unos árbitros en parte arrogantes y que no reúnan las condiciones, sobre todo de imparcialidad. Estamos viviendo continuamente escándalos en el arbitraje, por lo que se impone una nueva reglamentación, más adaptada a la actualidad. Una solución sería limitar la actuación arbitral única y exclusivamente dentro del rectángulo de los campos de fútbol. No es de recibo que hagan de jueces sobre entrenadores y otro personal que incomprensiblemente están incluidos en sus atribuciones. Que se dediquen simplemente a arbitrar.
En cuanto a los árbitros, se podría establecer una valoración y si no la cumplen, que puedan ser destituidos o bien despedidos. También debería existir la posibilidad de rectificar y corregir ciertas equivocaciones flagrantes de arbitraje, demostrables, que pudiesen influir de una forma importante en los diferentes resultados.
Ernesto Keller Villuendas
Caldes de Montbui