No imaginaba que un trayecto en un vuelo Barcelona-Sevilla se convertiría en un regalo inesperado. El azar quiso que me sentara junto a dos mujeres con una energía tan mágica como desbordante. Sin conocernos, conectamos antes incluso de despegar y, entre risas y confidencias, la conversación fluyó con naturalidad hasta el aterrizaje. Como si cada frase nos acercara un poco más, hablamos de la vida, de nuestros hijos, de esos miedos invisibles que nos acechan a madres y padres, de la adolescencia... Qué bonito es encontrar a esos maravillosos desconocidos que nos enseñan a mirar las cosas de otra manera.
En medio de esta charla tan sincera, la recomendación de un libro, El niño feliz . No dudé en comprarlo esa misma tarde.
Gracias Ester 24E. Gracias Eva 24D.
Gracias Vueling por los asientos aleatorios.
, Tiana.
Meritxell Bonet Mateu
Tiana