El presidente Sánchez llegó a la Moncloa con una moción de censura contra Mariano Rajoy y su gobierno, defendida en el Congreso por Ábalos, hablando de ejemplaridad, dignidad y código ético. ¡Impresionante! Ahora resulta que tanto Ábalos como Santos Cerdán están investigados por, supuestamente, comisiones y chanchullos económicos. A pesar de la cara afectada de Sánchez en su rueda de prensa del jueves, hace tiempo que parece estar más ocupado en los asuntos internacionales, sin apenas comparecer ni someterse a preguntas ni dar explicaciones y depositando su confianza en los miembros del Gobierno y el secretario de organización de su partido.
Nos ha dicho que no habrá adelanto electoral, que piensa acabar la legislatura. Bien, pero, ¿cómo queda el partido y cómo superar la profunda decepción política en sus afiliados, votantes o simpatizantes? La decepción es profunda y sentida. No hay duda de que puede acabar pasando factura.
Màrius Pla Carrera
Barcelona