¿Gesto institucional?
Dos juezas consideradas progresistas han hecho un gesto que podría verse como de compromiso institucional al anunciar que renuncian a presidir dos salas del Tribunal Supremo. Con esa decisión se desbloquea el nombramiento de las presidencias y se restablecerá la normalidad. No obstante, desconocemos si han dado el paso sabedoras de no contar con el respaldo de los vocales o porque
conocen sobradamente que por su edad, 70 y 71 años,
los otros candidatos, conceptuados como conservadores, obligatoriamente deben jubilarse a los 72 años y no van a poder cumplir el mandato de cinco años, a menos que se promulgue una disposición transitoria, algo harto improbable.
Como ese dato cronológico era de antemano conocido, no se comprende por qué han tardado tanto en retirar las candidaturas. Aunque lo triste y lamentable es que, renovado el poder judicial, prevalezca la intuida o supuesta adscripción ideológica a las razones de la meritocracia, la imparcialidad, integridad e independencia judicial.
José María Torras Coll
Sabadell