He leído el artículo de Javier Melero: “Cuando te matan antes de tiempo” (30/VII/2025), y me he sentido totalmente identificado con lo que denuncia, a la vez que indignado y he llorado de rabia por la falta de sensibilidad y lo injusta que es la sociedad con las personas mayores.
Tengo 77 años, vivo solo, me valgo por mí mismo y no necesito la ayuda de nadie. Hace 13 años que me jubilé, y en este periodo he hecho lo que siempre había deseado hacer y no había podido: ir a la Universidad de la Experiencia (10 años) y dedicar varias horas al día a ir al gimnasio.
Es lamentable que se nos trate de la forma que se nos trata a partir de la jubilación: “como trastos viejos”, inservibles, no aprovechables. Lo cual no es cierto, porque tenemos capacidad para hacer lo que nos propongamos y contamos con la experiencia acumulada que nos facilita algunas tareas.
Josep Llorca Llinares
Barcelona