Chicos de pueblo

Es recurrente en mi familia la anécdota de cuando mi abuelo, ya septuagenario, saludó afectuosamente a un conocido de su quinta por la calle. Intrigados, sus hijos le preguntaron quién era aquel señor, a lo que respondió: “Un chico del pueblo”. ¿Qué es ser “un chico del pueblo”? Son los grandes clásicos del saber estar, del cariño, del ser de ley y del comportarse como hay que comportarse en la vida y estar cuando hay que estar. Viven estos clásicos no muy lejos del incendio, a unos kilómetros tienen la antigua casona. Esta unión y estos valores son los que nos han salvado estos días. Esta semana, mientras los políticos se ponían medallas por pedir ayuda a la Unión Europea al quinto día y la ministra respondía entre combativa y satisfecha que todos los medios que poseemos ya están siendo utilizados casi al noventa por ciento, León enterraba a unos chicos del pueblo de los que ya no quedan.

Inés Suárez-Lledó

Gijón

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