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Ante las dificultades para acceder a la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando de Madrid, el pintor Francisco de Goya (1746 - 1828) buscó nuevos caminos. Si una puerta se cierra otra se abre y, con sus ahorros, parte a Italia, cuna del arte y, a Roma, la ciudad eterna. Este viaje es una infinita sucesión de caminos, ciudades, paisajes, cuadros de maestros al natural con sensaciones indescriptibles. Para Goya era la meta soñada.
'Cuaderno italiano'
El descubrimiento, en la década de 1980, de un cuaderno de dibujo de 20 por 14 cm, encuadernado en pergamino y con páginas en papel verjurado fabricado en la ciudad de Fabriano (Ancona), supuso un hito fundamental para conocer el viaje de Goya a Italia.
El Cuaderno italiano recoge dibujos originales y textos autógrafos de Francisco de Goya, realizados durante su viaje a Italia en 1770. Está compuesto por 83 hojas de papel verjurado blanco. El artista lo compró para su uso en el transcurso de su recorrido por aquel país.
Recoge además de obras de creación, estudios de dibujo, representaciones de monumentos arquitectónicos y copias de obras pictóricas que contempló en su estancia italiana, que supuso un hito en su aprendizaje. Dibujó mediante las técnicas del lápiz, la sanguina y la tinta.
Un estilo académico caracteriza estos dibujos. En la hoja 64v y la 65r se hallan los bosquejos iniciales de La Virgen del Pilar y Muerte de San Francisco Javier, dos cuadros religiosos hoy localizados en el Museo de Zaragoza. Hay numerosos dibujos y bocetos para el concurso de la Academia de Parma.
La Virgen del Pilar.
Continuó usando este cuaderno tras su regreso a España y hay anotaciones de 1773 y 1775 donde va anotando el nacimiento de sus hijos. En una muestra de cariño, dejó a uno o varios de sus hijos que dibujaran en el cuaderno (Niño con tambor).
Habla de los diez mejores lugares de Italia: Roma y Venecia, Bolonia, Módena y Parma. También Civitavecchia y Ancona, así como las plazas fuertes de Piacenza y Macerata.
Roma
En Roma coincidió con dos jóvenes artistas de Zaragoza, Manuel Eraso, aprendiz de Francisco Bayeu, y Juan Adán, aprendiz de José Ramírez. Ambos habían encontrado en Roma nuevas oportunidades triunfando en diversos concursos artísticos.
Constan en su cuaderno bosquejos de la iglesia de San Nicolás de los Lorenos, cerca de Piazza Navona. También realizó dibujos en San Juan de Letrán. Es posible que en Roma se uniera a otros artistas españoles que se reunían en la casa de Francisco Preciado de la Vega en la piazza Barberini. Era originario de Sevilla y tenía una Academia privada.
Cita algunas obras durante su viaje. En Génova, La Anunciación de la Virgen de Guido Reni; Sermón de San Ignacio y La Circuncisión, de Rubens; Guercino y su Estigmatización de San Francisco; y el Martirio de San Blas y San Sebastián de Carlo Moratta.
'Las bodas de Caná' del Veronese.
En Venecia, Las bodas de Caná de Veronés. En Parma, Correggio y su Virgen con el Niño y la Madona de Loreto que era una copia de Rafael. Quizá visitó la colección de escultura de Filippo Vincenzo Farseti con obras de Bernini y Langarde.
No sabemos con exactitud las fechas ni la duración del viaje. Pudo alojarse en el Convento de los Hospitalarios de San Juan de Dios en la fluvial isla tiberina cuyo superior era aragonés.
Goya pudo alojarse en el Convento de los Hospitalarios de San Juan de Dios
En Roma vivían personalidades diplomáticas aragonesas como Nicolás de Azara, que era agente general y procurador del rey ante la Santa Sede desde 1776. Amigo de Mengs del que luego editaría sus obras en 1870. Pudo facilitarle caminos artísticos.
También vivía en Roma Tomás Azpuru, encargado de negocios de Carlos III ante el papa Clemente XIV y de quien dependían los artistas españoles en Roma. Pompeo Batoni era el comisario para la selección de artistas y participación en concursos.
Goya vive para la pintura y siempre en un círculo beneficioso de amistades relacionadas con su tierra natal aragonesa. La familia Pignatelli también tenía conexiones con Roma.
Certamen de Parma
El joven Goya escribe una carta autógrafa el 20 de abril de 1771 al secretario de la Academia de Bellas Artes de Parma y le indica el envío de una obra bajo el lema de un verso de Virgilio en “La Eneida”: “Jam tamdem Italiae fungientes prendimus oras”. El tema de Goya: “Amibale vincitore che rimira la prima volta dalle Alpi. L’Italia”.
El primer premio es para Paolo Borromi con 9 votos. Goya recibe 6 votos. “Se ha observado un manejo fácil del pincel, una cálida expresión en el rostro y un carácter grandioso en la expresión de Aníbal y si se hubiesen ajustado más a la realidad sus colores y la composición de argumentos habría puesto en duda la palma dada al primero”.
Cuaderno italiano, pág. 37. Apunte preparatorio del cuadro Aníbal vencedor contempla por primera vez Italia desde los Alpes.
Cuando Goya llega a Italia en 1770 falta un siglo para que culmine la unificación en un solo Estado. Se cree que Goya visitó Génova, Milán, Parma, Venecia, Roma y Nápoles. Algunas ciudades como Parma y Nápoles estaban bajo dominio o influencia española. Parma estaba muy familiarizada con las Bellas Artes.
En Nápoles estuvo Goya antes de las grandes erupciones del Vesubio del 72 y 76. Era la capital de un reino ligado a España durante cuatro siglos. Roma era el centro del Estado Pontificio.
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