* El autor forma parte de la comunidad de lectores de La Vanguardia
El tiburón tintorera y el tiburón pintarroja, muy comunes en el Mar Mediterráneo, son especies inofensivas. Por lo común, de unas 47 especies de elasmobranquios, terminología científica que significa “placa de metal” (tiburones) que habitan en el Mare Nostrum, se suelen cerrar las playas de las costas valencianas cuando se avista algún elasmobranquio como el tiburón tintorera.
Científicamente se llama Prionace glauca: Prionace etimológicamente proviene del griego “prión”, que significa “sierra” aludiendo a sus dientes aserrados, mientras que glauca es originario del latín, “glaucom”, que describe una librea blanco-azulado, de esta especie de tiburón azul.
Algún tiburón pintarroja (Scyliorhinus canicula), nombre científico que significa “nariz” o fosa nasal, también se avista en nuestras costas. Se caracteriza por su pequeño tamaño.
El tiburón tintorera solo es peligroso si se siente amenazado. No obstante, los pescadores, suelen temerle. El pintarroja no supone ningún peligro para los humanos, ya que es una especie pequeña e inofensiva.
No existen registros confiables de ataques intencionales. No sienten ningún interés gastronómico hacia los humanos. Pero, ¿qué hacer si por las playas se avista un tiburón? Lo importante es mantener la calma, no salpicar ni chapotear, pues se atrae la atención del elasmobranquio, y retroceder lenta y suavemente dirigiéndonos hacia la orilla sin perder de vista al animal. Una vez hemos llegado a tierra, avisar a los socorristas.
Una curiosidad sobre los tiburones para los no versados en zoología. El comportamiento de estos elasmobranquios incluye la capacidad de dormir nadando y la renovación constante de los dientes. Su esqueleto es cartilaginoso. Su tegumento está cubierto de pequeñas escamas dentadas (dentículos dérmicos) que no son lisas y proporcionan protección. Debido a la ausencia de este órgano (vejiga natatoria), los tiburones deben de nadar constantemente. Utilizan un hígado grande y rico en aceite, y el movimiento constante de sus aletas genera sustentación para controlar su flotabilidad.
¡Participa!
¿Quieres compartir tu mirada?
Los interesados en participar en La Mirada del Lector pueden enviar sus escritos (con o sin material gráfico) al correo de la sección de Participación ([email protected]) adjuntando sus datos.