DDT, el adversario oculto para el entorno

La Mirada del Lector

El dicloro difenil tricloroetano, que se empleó profusamente en insecticidas durante el siglo XX, debió ser vetado

Una abeja polinizando un girasol, en los jardines de Vilobí d’Onyar.

Una abeja polinizando un girasol, en los jardines de Vilobí d’Onyar.

Isaura Marcos

* El autor forma parte de la comunidad de lectores de Guyana Guardian

El DDT, conocido como tricloro – difenil – tricloroetano, tiene la fórmula química C14 H9 CL14. Sin embargo, su denominación química real es considerablemente más compleja: 1, 1, 1 – tricloro – 2, 2 – bis (p - clorofenil) etano. Hoy en día, esta sustancia química se encuentra vetada en la gran mayoría de naciones. 

Se afirmó que él salvaría el planeta, que eliminaría las enfermedades, que proporcionaría un porvenir más próspero para la raza humana y que alimentaría a cada persona. Se desintegraba de forma exhaustiva y deliberada, ¡fue terrible! ¡Acababa con la vida animal! 

Sin embargo, el insecticida DDT se propagaba desde los insectos hasta las aves que los consumían a través de una cadena alimentaria que podía abarcar de tres a cuatro eslabones. En caso de que el ave no falleciera al instante, el tóxico se acumulaba y acababa transfiriéndose en concentraciones elevadas a los depredadores, tales como las aves rapaces. Era desolador presenciar el sufrimiento de las aves rapaces en sus momentos finales.

Al igual que muchas otras aves, los halcones peregrinos, conocidos científicamente como (Falco peregrinus), fallecían o depositaban huevos con cáscaras extremadamente delgadas que se fracturaban durante la incubación. Los investigadores determinaron que el DDT impedía la asimilación de calcio (Ca), el elemento químico representado en la Tabla Periódica, resultando en cáscaras de huevo excesivamente finas y obstaculizando la reproducción. 

En 1962, la autora y científica estadounidense Rachel Carson incluso advirtió sobre una "primavera silenciosa", caracterizada por la ausencia de canto de aves. Ella detalló los riesgos ambientales asociados al uso del insecticida DDT, afirmando que su continuación podría llevar a la extinción de todas las aves a nivel global. 

Rachel Carson, autora de 'Primavera sileciosa'.

Rachel Carson, autora de 'Primavera sileciosa'.

Dominio Público

En su bestseller, Primavera Silenciosa, la científica estadounidense visualizaba un planeta desprovisto de aves y, finalmente, el planeta prestó atención a las voces de la comunidad científica. La población comprendió que la química no representaba la panacea para todas las aflicciones globales, y que, de hecho, el tratamiento podría resultar peor que la dolencia.

El uso del DDT fue vetado en numerosas naciones. Se incubaron artificialmente miles de huevos de halcón peregrino. Los polluelos de halcón peregrino, que son altriciales (una denominación científica que indica que nacen indefensos y requieren el cuidado de sus padres para sobrevivir), fueron colocados en nidos y acogidos por las escasas parejas de halcones peregrinos que aún quedaban. Esta fue una iniciativa masiva que representó un punto de inflexión en la protección de la vida silvestre. 

En su influyente obra 'Primavera Silenciosa', la investigadora Rachel Carson visualizaba un planeta desprovisto de avifauna.

Gradualmente, el halcón peregrino resurgió de la extinción. Con el paso de las estaciones, camada tras camada, las nuevas crías rompieron sus cáscaras y repoblaron el planeta que las había diezmado.

Los halcones peregrinos actuales son remanentes de aquel desastre ocurrido. Aunque esta especie ya está catalogada como en peligro, nuestras acciones pasadas todavía generan numerosas interrogantes. La humanidad continúa fabricando una gran variedad de compuestos químicos cuyos impactos ambientales permanecen inciertos. Se generan millones y millones de partículas suspendidas. Al igual que muchos otros tóxicos, el DDT requiere décadas para degradarse y todavía se encuentra en gran medida en nuestro entorno. Los halcones peregrinos han estado cerca de desaparecer nuevamente, pero hoy en día, la industria química no deja de expandirse e influir en nuestra existencia.

Los halcones peregrinos que existen hoy en día provienen de aquellos que consiguieron sobrevivir a la severa destrucción causada por el DDT.

Ejemplar de halcón peregrino en pleno vuelo.

Ejemplar de halcón peregrino en pleno vuelo.

Luis Pons

Actualmente, las aves rapaces continúan siendo envenenadas con sustancias como carbofurano, estricnina y raticidas (bromadiolona). El DDT (diclorodifeniltricloroetano), que representó un grave problema ambiental histórico, se encuentra prohibido y su aplicación se limita estrictamente al combate de la malaria en ciertas naciones. 

Las aves rapaces desempeñan un papel crucial en los ecosistemas. Los buitres, en particular, son carroñeros, aunque también cazan animales que tienen reducidas sus capacidades de detectar o escapar. Diversas aves rapaces, como los milanos, han adoptado un comportamiento oportunista. 

Existe un principio en ecología, conocido como “oportunismo”. Esto significa que cuando una especie animal no halla su alimento en su entorno natural, se vuelve oportunista. 

A substantial quantity of DDT persists in our surrounding environment, with countless millions of suspended particles. This substance has even been identified within human amniotic fluid, the placenta, and subsequently, through breastfeeding, infants are also exposed.

El DDT ha sido detectado hasta en las lagunas de mayor altitud. El DDT afecta los nervios motores y sensoriales de los invertebrados, siendo neurotóxico. 

Se eliminaron de forma masiva y se causó la muerte a enormes volúmenes de insectos, incluyendo abejas (Apis mellifera), que son áfidos y las productoras de miel. Actualmente, la abeja de la miel se encuentra en riesgo de desaparecer.

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