El magistrado del Tribunal Supremo Ángel Hurtado no va a demorar la declaración como investigado al fiscal general del Estado, Álvaro García Ortiz. Este interrogatorio será un hito en la justicia española, ya que es la primera vez en democracia que se cita como imputado al máximo responsable del ministerio público.
La defensa de García Ortiz, que lleva la Abogacía del Estado, solicitó al magistrado una suspensión de la declaración en aras a que pudiera llevar a cabo una serie de diligencias solicitadas, como el interrogatorio de más periodistas para que acrediten que él no pudo ser la fuente que filtró los correos electrónicos vinculados a la pareja de la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso. Hurtado rechazó tales diligencias, y como consecuencia mantiene la fecha del interrogatorio en calidad de investigado para este miércoles.
Entre otras cosas, se ha negado a tomar declaración al querellante y supuesto afectado por la filtración de los correos, Alberto González Amador, porque a su juicio todo lo que tenía que aportar está en la querella.
En la causa se investiga la filtración de tres correos electrónicos cruzados entre el abogado de González Amador y el fiscal que le estaba investigando por fraude fiscal. El primero, del 2 de febrero del 2024, es enviado por el letrado a un correo genérico de la Fiscalía ofreciendo un pacto de conformidad que pasaría porque el empresario reconociera el fraude. El segundo, del 12 de febrero, es del fiscal comunicándole que él es el encargado del asunto y tomará nota del ofrecimiento. Y el tercero es del 12 de marzo, por el que el fiscal le comunica la denuncia interpuesta contra su cliente y le deja la puerta abierta a llegar a un acuerdo, como había pedido la defensa.
La defensa de García Ortiz pedía la declaración de más periodistas que accedieron a los e-mails del novio de Ayuso
De estos correos, el primero que se filtró es el del día 12 de marzo por parte del diario El Mundo, en la noche del 13 de marzo. Sin embargo, para el instructor el origen de todas estas diligencias es el correo del 2 de febrero y reconoce que existe “controversia” sobre cuándo se llegó a tener conocimiento del mismo.
El magistrado reconoce que el e-mail del 12 de marzo que publica El Mundo no tiene “incidencia” en la causa porque “se difunde a partir de la autorización” de la persona a quien afecta el secreto. Este correo –dice– se difunde para “minimizar” la trascendencia del del 2 de febrero.
A pesar de esta afirmación del juez, cuando se difundió el correo del 12 de marzo, todavía no había saltado a la prensa la existencia de otro correo previo, el del 2 de febrero, por el que la defensa de González Amador tomaba la iniciativa de ofrecer un pacto.
Para el juez, la clave de la filtración es ese primer correo que circula a partir de la actuación de un tercero ajeno a la confidencia, quien, más que divulgarlo, “lo filtra subrepticiamente a la prensa, sin autorización alguna del titular del secreto, cuando la relevancia delictiva se encuentra en la quiebra de esa confidencialidad”.