“Partido a partido”, alegó Pedro Sánchez desde la Moncloa, el pasado martes, ante la posibilidad de que la descongelación de las negociaciones con Junts per Catalunya, tras el acuerdo en el decreto social, allane el camino para poder aprobar unos nuevos presupuestos generales del Estado para este 2025.
“Paso a paso”, corroboró ayer la portavoz del Gobierno, Pilar Alegría. “Cuando fruto de la negociación eres capaz de llegar a distintos acuerdos, como este acuerdo social o la reforma fiscal, todo lleva a pensar que, evidentemente, la negociación para los presupuestos también se va a poner encima de la mesa”, confió la ministra en la Ser. “Este Gobierno, desde luego, quiere sacar adelante unos nuevos presupuestos”, recalcó Alegría.
Un mayor optimismo sobre la posibilidad de lograr unas nuevas cuentas públicas, que doten de estabilidad política y económica a la legislatura, al que también se abonó la vicepresidenta primera del Gobierno y ministra de Hacienda, María Jesús Montero, pese a la permanente carrera de obstáculos con la formación de Carles Puigdemont.
“Siempre que hay un acuerdo se pone de manifiesto que tenemos posibilidad de seguir encontrándonos”, señaló Montero, tras el pacto con Junts, en La Sexta. “El Gobierno está dialogando, y va a seguir dialogando con todas las fuerzas parlamentarias, para intentar tener unas nuevas cuentas públicas para este año 2025”, destacó. “Es en lo que estamos”, aseguró.
Y reiteró que el pacto con Junts sobre el decreto que revaloriza las pensiones, entre otras medidas del escudo social, puede suponer un acicate para despejar el camino de los presupuestos. “Siempre que hay un encuentro, después de haberse producido un desencuentro, tiene que ser motivo para la esperanza”, confió. Aunque nadie en el Gobierno se llama a engaño sobre la dificultad del empeño. Montero resaltó así “la complejidad que tenemos en este arco parlamentario y el ruido de la política”. Pero también recordó que “la alternativa que tenemos enfrente” es un Gobierno del Partido Popular con Vox. “Lo importante y fundamental es que los acuerdos con Junts, que cuestan trabajo y son difíciles, se van abriendo camino”, recalcó la vicepresidenta.
“Vamos dando pasos”, corroboró por su parte el ministro de Economía, Carlos Cuerpo, que advirtió que todo el esfuerzo del Gobierno se volcará en avanzar hacia las nuevas cuentas públicas. “No va a ser fácil, pero tampoco lo han sido algunas de las últimas negociaciones que hemos tenido”, admitió Cuerpo.
El Ejecutivo asume la dificultad de lograr un pacto presupuestario con JxCat: “No va a ser fácil”, admite Cuerpo
“Ya tenemos la mirada puesta en los presupuestos generales del Estado”, resaltó a su vez la ministra de Inclusión, Elma Saiz. Y vio predisposición en Junts para negociar las cuentas. “Desde luego, parece que sí”, señaló en Catalunya Ràdio.
Pese al acuerdo con Junts en el decreto social, el camino será tan arduo como siempre para el Gobierno. Aunque el ministro de la Presidencia, Justicia y Relaciones con las Cortes, Félix Bolaños, quiso en todo caso resaltar ayer cómo han cambiado las cosas con la formación de Puigdemont desde que Sánchez llegó a la Moncloa en el 2018 hasta ahora. “Hoy estamos negociando enmiendas a decretos leyes y la delegación de competencias en inmigración al amparo de la Constitución. Es importante que hoy en España tengamos a todas las fuerzas políticas, que representan al conjunto de la ciudadanía, haciendo política en las instituciones”, resaltó en TVE.
“Esto es clave, es un avance fundamental que nos ha costado trabajo y esfuerzo y hoy es una realidad”, subrayó Bolaños.
El ministro relativizó la trascendencia de que Sánchez celebre una reunión con Puigdemont, sin descartarla en un futuro. “Sobre otras cuestiones, se hablará. Pero no me parece que sea lo relevante si hay o no hay una fotografía. En este momento, las cuestiones que son nucleares son otras”, alegó Bolaños. Algunos en la Moncloa piensan que un encuentro entre Sánchez y Puigdemont debería reservarse para coronar, en su caso, un pacto presupuestario.
Multitud de complicadas negociaciones pendientes
Antes de poder despejar la ruta de los presupuestos, el Gobierno afronta multitud de complicadas negociaciones con Junts. Sigue sin haber fumata blanca en la delegación de las competencias en inmigración a la Generalitat. “Tenemos la negociación con Junts bastante avanzada, pero no está cerrada”, reconoció ayer Félix Bolaños. El ministro confirmó que el Consejo de Ministros aprobará el próximo martes el anteproyecto de ley para reducir la jornada laboral, en la que el Gobierno habrá de volver a buscar el respaldo de la formación de Puigdemont. En las próximas semanas, además, prevé aprobar el decreto económico que se desgajó del social, y que también requerirá del acuerdo con Junts. Y todo mientras la reformulada proposición de JxCat sobre la cuestión de confianza podría debatirse “en el mes de marzo como pronto” en el Congreso.
