El PP ha dejado atrás las medias tintas de los primeros compases del regreso de Donald Trump a la Casa Blanca y, ante el abandono al que el presidente de Estados Unidos ha condenado a Ucrania al tercer año de la invasión rusa, se ha alineado claramente con las posiciones de la Unión Europea, que exige participar en las negociaciones para poner fin a la guerra.
Alberto Núñez Feijóo superó la indefinición que había caracterizado su discurso, que hasta ayer se había movido en la equidistancia entre el “silencio cómplice” de Vox y la “feroz confrontación” del Gobierno, y ante la “situación internacional”, el circunloquio con el que se refirió a las amenazas de Trump al presidente ucraniano, al que calificó de dictador y acusó de haber propiciado el ataque de Vladímir Putin, rompió una lanza a favor de los valores y principios democráticos europeos.
“La guerra en Ucrania la inició Rusia. Es una agresión contraria al derecho internacional. La paz es bienvenida, pero no puede beneficiar al agresor. La causa de Ucrania es la causa de Europa”, había dejado escrito el miércoles por la noche el líder popular en la red social de Elon Musk. Un alineamiento con las posiciones de las potencias europeas al que ayer se remitió al ser preguntado por la prensa a la salida de su intervención en el Foro Anfac, un acto de la patronal del sector del automóvil.
“Si un agresor gana una guerra hay una doble injusticia, ya que a la invasión inicial se suma una paz injusta”, abundó Feijóo al ser abordado por los periodistas tras pronunciar un discurso en el que no mencionó a ninguno de los actores implicados –ni a Trump ni a Putin, ni tampoco al ucraniano Volodímir Zelenski–. Eso sí, prometió que el PP “seguirá trabajando dentro de la Unión Europea” en aras de solucionar el conflicto.
En este contexto, el mensaje que Feijóo quiso mandar como jefe de la oposición tanto al Gobierno del socialista Pedro Sánchez como a la Comisión que preside la popular Ursula von der Leyen es que “combatan la sensación de que no hay nadie al mando” y contribuyan a “garantizar que la gente se sienta protegida” en España y Europa.
El presidente fue el primero en anunciar su asistencia a una cumbre a la que también irán Costa y Von der Leyen
Sin embargo, el líder del PP no extendió un cheque en blanco a Sánchez, sino que le exigió rendir cuentas en el Parlamento en una comparecencia en la que deberá “compartir la información de que dispone y explicar los riesgos a los que se enfrenta el país”, así como “los compromisos internacionales y los apoyos con los que cuenta para cumplirlos”, le reclamó Feijóo, quien aseguró que “si se habla de la seguridad europea y de la necesidad de más recursos”, en relación con el aumento del gasto en defensa y la posibilidad del envío de tropas a la zona, se tiene que detallar “cuánto va a costar y cómo se va a pagar”.
“Los españoles merecemos explicaciones y saber la postura de España”, sentenció el líder popular, que, pese a la gravedad de los acontecimientos, hizo un llamamiento a “mantener el optimismo en momentos de incertidumbre” y advirtió del “abismo de la ruptura con los aliados” al que se llegaría si se opta por “el insulto y la descalificación” y se renuncia a “la inteligencia y la diplomacia”.
El movimiento de Feijóo se produce al tiempo que Sánchez anunció ayer que el próximo lunes, 24 de febrero, regresará a Kyiv –justo el día del tercer aniversario de la invasión rusa– “para reafirmar el apoyo de España a la democracia ucraniana y al presidente Zelenski”.
El mandatario español fue así el primer líder europeo en confirmar su presencia en la cumbre convocada por el presidente ucraniano con ocasión de los tres años de guerra. Poco después, el presidente del Consejo Europeo, António Costa, anunció que también asistirá a la cita –“para reafirmar nuestro apoyo al heroico pueblo ucraniano y al democráticamente elegido presidente Zelenski”– en compañía de la presidenta de la Comisión, Ursula von der Leyen.
El jefe de la oposición pide la comparecencia de Sánchez para hablar de los riesgos a los que se enfrenta el país
Esta será la cuarta visita de Sánchez a Kyiv, para trasladar sobre el terreno su respaldo a Zelenski, desde que Putin atacó Ucrania el 24 de febrero del 2022. Apenas dos meses después de la invasión, en abril de aquel año, el presidente viajó por vez primera a Kyiv, junto a la danesa Mette Frederiksen. Regresó el 23 de febrero del 2023, en el primer aniversario del conflicto, y también el 1 de julio de aquel año, el primer día del semestre de presidencia española del Consejo de la UE.
Este cuarto viaje a Kyiv se produce en un momento especialmente crítico, tras el terremoto en el orden mundial provocado por el regreso de Trump y el inicio de las negociaciones entre Estados Unidos y Rusia sin contar con Ucrania ni la UE.
Sánchez fijó su posición ante el nuevo escenario el pasado lunes en la cumbre informal que Emmanuel Macron convocó en París. “La paz en Ucrania y la seguridad europea son dos caras de la misma moneda”, advirtió. Y pese a que dio la bienvenida a las negociaciones impulsadas por Washington, como “una oportunidad para la paz”, alertó de que no pueden suponer “un cierre en falso”. “Tiene que ser una paz duradera y justa”, afirmó. Y, para ello, reclamó la “implicación activa” de Ucrania, como país agredido, y de la UE.