El último debate sobre el estado de la nacion fue en junio del 2022, este año hará tres años, por lo que el PP ha añadido su celebración a la lista de reclamaciones al Gobierno, que empieza por la presentación de los presupuestos generales del Estado, tal como manda la Constitución, y prosigue con la aprobación del plan de defensa que exige Bruselas, y que implica un notable aumento del gasto militar, en el Congreso de los Diputados.
Estos son los tres frentes que ha señalado Alberto Núñez Feijóo en su intervención este lunes durante el comité ejecutivo nacional del PP, en el que ha acusado a Pedro Sánchez de ser un “presidente zombi” al no poder llevar a la Cámara muchas de las iniciativas a las que está obligado el Ejecutivo: “La debilidad de este Gobierno no puede ser la debilidad de nuestra democracia”, ha proclamado el jefe de la oposición ante su ejecutiva.

El presidente del PP, Alberto Núñez Feijóo
En este sentido, el presidente del PP ha recordado que Sánchez solo ha aprobado tres presupuestos en los siete años que lleva en la Moncloa y que si no presenta unas nuevas cuentas es porque no quiere que se voten, al no tener en absoluto garantizado el respaldo de los grupos parlamentarios. “Pero no puede hacer y deshacer a su antojo y de espaldas a la voluntad popular”, ha manifestado Feijóo, para quien si el presidente no hace lo que se le reclama, “ese debate trascenderá al Congreso y la mayoría del país recuperará la voz”, es decir, se expresará en las urnas.
El líder del PP ve al Gobierno de España sumido en la “decadencia” por la “degradación de la democracia” de un presidente al que solo impulsa su “ambición personal” y que aspira a controlar no solo el poder ejecutivo, que ha puesto “a su servicio”, según Feijóo, sino también el judicial, al que tiene “bajo señalamiento”, y el legislativo, que mantiene “secuestrado” al no permitir que determinadas iniciativas parlamentarias, aquellas en las que la Moncloa se ve incapaz de construir un mayoría, se tramiten.
Pero en su discurso Feijóo también ha criticado a Vox, un partido que, a pesar de compartir la bancada de la oposición con los populares, los ataca “incluso más que el propio Gobierno”, según ha denunciado el líder del PP, que ha reclamado a la formación de Santiago Abascal que antes de dar lecciones a los demás dé “ejemplo de servicio”, una alusión a la falta de responsabilidades de gobierno de la ultraderecha desde que, en julio del 2024, rompió los ejecutivos autonómicos de coalición.
Ninguna referencia, en cambio, ha hecho Feijóo a la situación del partido en la Comunidad Valenciana, donde su presidente, Carlos Mazón, ha llegado a un acuerdo con Vox para tener presupuestos y está a la espera de lo que la que fue su consellera de Interior i Justícia durante las riadas de octubre, Salomé Pradas, declare ante la juez que investiga las responsabilidades gubernamentales en la tragedia el próximo día 11 de abril.
El PP es un partido “contundentemente libre” para llegar a acuerdos “aunque les moleste a unos y a otros”, ha concluido Feijóo. “No queremos ni el aplauso de los que dañan a nuestra nación desde dentro. Ni la palmadita en la espalda de quien la puede perjudicar desde fuera. Nuestros aliados son los españoles”, ha afirmado guardando las distancias con Vox, que mantiene buenas relaciones con el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, pese a sus amenazas de aranceles.
Los debates sobre el estado de la nación
Una prerrogativa del presidente
Los debates sobre el estado de la nación los convoca el presidente de turno, bajo su estricta potestad. Comenzaron en 1983, bajo la presidencia de Felipe González, y, desde entonces, se han celebrado en todas las presidencias. Pero si González (PSOE) lo protagonizaron en diez ocasiones y José María Aznar (PP) y José Luis Rodríguez Zapatero (PSOE) en seis, respectivamente, desde la presidencia de Mariano Rajoy (PP), que se sometió a él en tres ocasiones, y Pedro Sánchez (PSOE), que solo lo ha hecho una vez, han perdido la periodicidad anual con la que fueron ideados.