Podemos tiene prisa por pinchar el globo sonda de la reunificación del espacio político a la izquierda del PSOE. Y 72 horas después de la mano tendida por Sumar para volver a conformar la alianza que les permita desactivar la victoria del PP en las elecciones generales de 2023, y que los socialistas ven con buenos ojos, este miércoles ha vuelto a mostrar lo grande que es la distancia que le separa de cualquier hipotético pacto.
Primero por la manifiesta voluntad de erigirse en una oposición más al Gobierno -con rechazo frontal en un extenso listado de asuntos como defensa, vivienda o inmigración-. Pero también por las trazas de revanchismo que destilan las numerosas reacciones emanadas desde la formación morada, que insiste permanentemente en declararse víctima de una “operación” auspiciada por el PSOE en su contra para elevar a una fuerza política más dócil -en referencia a Sumar- que aceptara los límites que impone el PSOE.
Ambas posturas figuran en el documento político de Podemos al que ha tenido acceso La Vanguardia sobre el que ha cimentado Ione Belarra su candidatura para ser reelegida como secretaria general de la formación. La navarra llama a preservar la autonomía política de la formación morada como oposición “frontal” al “régimen de guerra” que, según denuncia, quiere instaurar en España el Gobierno presidido por Pedro Sánchez.
Aparte de “traccionar la acción gubernamental hacia la derecha” y de acusar a Podemos de “hacer ruido”, el PSOE trabajó durante toda la pasada legislatura “para construir a su izquierda un espacio manejable”, insiste la ponencia política planteada por la candidatura 'Orgullosamente Podemos'.
Fue este pasado fin de semana cuando Sumar aprobó en su asamblea estatal celebrada en Rivas una resolución que apuesta por el entendimiento con Podemos para reeditar una candidatura única en la izquierda alternativa y volver a “caminar juntos”, como ha expresado la propia Díaz.
No obstante, ese llamamiento ha sido ignorado reiteradamente por el partido morado, que busca reforzarse mientras el horizonte electoral siga estando en 2027. “Eso es, más que ninguna otra cosa, la operación Sumar (...) La clave siempre ha sido sustituir a Podemos por Sumar no para ejecutar un mero cambio de personas, sino precisamente para que los que manden en el lugar de los morados renuncien a toda voluntad de transformación profunda a cambio de un armisticio con el bloque de poder español”, reza la hoja de ruta de Belarra.
Menos modulada ha sido la crítica del fundador de Podemos Pablo Iglesias quien, consciente del enorme peso que tienen sus postulados en el partido, directamente ha sentenciado que el proyecto Sumar “está muerto”
Tan es así que el ideario con el que Belarra aspira a ser reelegida para dirigir Podemos también recrimina que el PSOE lleva desde 2018 desplegando un “argumentario malmenorista” ante el avance de la ultraderecha, lo que fomenta la “desmovilización ciudadana al limitar las alternativas democráticas”. “La estrategia del mal menor suprime la ambición política para abordar problemas estructurales y llevar a cabo verdaderas transformaciones. La renuncia a las propuestas transformadoras conduce al triunfo del mal que se pretende evitar, contribuyendo a allanar el camino a la extrema derecha”, alerta.
Así, augura que “en estos años millones de personas que o bien no votaban, o bien votaban resignadamente al PSOE, se han dado cuenta de que las cosas pueden ser diferentes” y que “no hace falta aceptar ”el mal menor".
Rechazo al gasto militar, limitar el máximo de pisos en propiedad y salir de la OTAN
Respecto a la posición del gasto militar, el documento de la candidatura ofcialista reafirma su rechazo firme y destaca que se quedaron solos cuando se opusieron al envío de armas de Ucrania, medida que fue “aplaudida”, según este documento, por las formaciones integradas en Sumar, así como por PP y Vox.
El ideario de Belarra también defiende la regularización de migrantes irregulares y que se les otorgue, además, la nacionalidad española mediante un proceso exprés aprobado por el Consejo de Ministros.
Y que España salga de la OTAN, limitar el control “oligárquico” de los medios de comunicación, una moratoria de toda compraventa de vivienda de no esté destinada al uso residencial, prohibir pisos turísticos y limitar un máximo de viviendas que pueda poseer una misma persona física.