El Gobierno trata de sortear otra zona de turbulencias para salvar la coalición

El escenario político

“Todos vamos en el mismo barco, tenemos que remar juntos”, alegan en el Ejecutivo

El presidente del gobierno, Pedro Sánchez, acompañado por los miembros del Gobierno, durante la presentación del plan de contingencia economico del Ejecutivo ante los aranceles anunciados por Donald Trump este jueves en el Palacio de la Moncloa.

Yolanda Díaz y Pedro Sánchez durante la presentación el plan de contingencia por los aranceles de Trump, a principios de este mes

Dani Duch

“Tenemos que remar juntos y lo sabemos”, asume un ministro socialista, que una vez superada la última crisis en el seno de la coalición del Gobierno entre el PSOE y Sumar –tras la rescisión del contrato de compra de munición a una empresa israelí ordenada por Pedro Sánchez– advierte que la rápida resolución de este choque interno demuestra que su alianza ya está “blindada” para superar todas las turbulencias que se presentan en esta agitada legislatura. “No hay nada blindado”, matiza no obstante otro ministro del PSOE sobre la relación con Sumar. “Pero tampoco ha habido razones de peso para romper”, señala ante esta última controversia en la coalición. “Los objetivos comunes son muy superiores a las diferencias”, resalta.

De puertas para adentro, además, las tensiones entre ambas partes de la coalición no son tan agrias como en ocasiones se escenifican en público. El pasado jueves por la tarde, una vez corregido el “error” atribuido al departamento que dirige Fernando Grande-Marlaska por no haber anulado dicho contrato armamentístico, una versión reducida del Consejo de Ministros se reunió con el Rey en la Zarzuela, para celebrar el Consejo de Seguridad Nacional. Además del presidente del Gobierno, a la cita asistieron varios de los protagonistas del choque y de las dos almas de la coalición, tanto la vicepresidenta segunda, Yolanda Díaz (Sumar), y la ministra de Sanidad, Mónica García (Más Madrid), como el propio Marlaska o la titular de Defensa, Margarita Robles, ambos independientes en las filas del PSOE. Y pese a que las heridas por el pulso que se acababa de dirimir en la coalición estaban aún muy recientes, fuentes presentes en la reunión resaltan el “buen ambiente” de la cita. Incluso hubo risas, según aseguran, por el lío en que se habían metido entre ellos mismos, por mucho que hubiera sido como pegarse un tiro en el pie.

“No hay nada blindado, pero tampoco ha habido razones de peso para romper”, advierte un ministro del PSOE

“Los socios han sido muy generosos”, resaltan en el sector socialista del Gobierno, en referencia a Sumar. En cuanto el miércoles estalló la polémica, al desvelarse que se había formalizado el contrato por valor de 6,6 millones de euros para comprar 15 millones de balas a una empresa israelí, Antonio Maíllo, coordinador federal de Izquierda Unida –una de las formaciones que integran Sumar–, salió “con toda la artillería” a exigir una rectificación inmediata o la dimisión de Marlaska, además de abrir la puerta a la ruptura en la coalición del Gobierno. Llovía además sobre mojado para la izquierda a la izquierda del PSOE, después de que el Consejo de Ministros del martes hubiera aprobado, pese a la discrepancia de Sumar, el plan de 10.471 millones de euros con el que Sánchez anunció que cumplirá este mismo año el compromiso con la OTAN y la UE de alcanzar el 2% del PIB en inversión en seguridad y defensa.

“Ha sido un error y vamos a arreglarlo”, transmitió de inmediato el sector socialista del Ejecutivo a Sumar, sobre el contrato de compra de munición a la empresa israelí objeto de la polémica. Este mensaje de calma fue asumido por Yolanda Díaz y por el ministro de Cultura, Ernest Urtasun –de los comunes–, que trataron de apaciguar las revueltas aguas en el espacio plurinacional y, sin rebajar sus demandas, garantizaron que la coalición del Gobierno no estaba en riesgo de ruptura.

“Ha sido un error y vamos a arreglarlo”, transmitió el sector socialista a su socio al estallar la polémica

“Problema solucionado”, resolvieron en el sector socialista, una vez anunciada la “rescisión unilateral” de la compra de balas a la firma israelí. “Vamos en el mismo barco”, zanjan en la Moncloa, que dan por superada esta nueva crisis en la coalición.

Fuentes de Sumar indican, en este mismo sentido, que el Gobierno de coalición progresista goza de “una salud de hierro” y que es normal que se produzcan discrepancias porque lo componen dos fuerzas políticas diferentes. En el espacio confederal indican que lo importante es que estas diferencias se resuelvan y que “es sano discrepar”. Por eso, minimizan el desencuentro mantenido estos días con el PSOE, pese a que molestó, y mucho, enterarse por los medios de comunicación del contrato de compra de munición a una empresa israelí, mientras denuncian el “genocidio” del Estado hebreo en Gaza.

El equipo de Díaz recalca que la coalición goza de una “salud de hierro”, y señala que “es sano discrepar”

En este punto, fuentes del espacio confederal explican que la vicepresidenta segunda, Yolanda Díaz, fue quien asumió las funciones de negociadora tanto con la Moncloa como el Ministerio del Interior. Díaz, a lo largo del miércoles, mantuvo conversaciones tanto con el presidente del Gobierno como con el propio Marlaska, para buscar una salida al conflicto por la compra de armamento a Israel. Incluso explican que ofrecieron propuestas legales para rescindir el contrato con las mínimas repercusiones económicas, algo que en un principio desde Interior aseguraban que era imposible.

“No fue hasta última hora del miércoles cuando nos explicaron que podría haber una vía para cancelarlo”, explican desde Sumar. Con todo, el espacio confederal pide que Marlaska ofrezca explicaciones en el Congreso sobre estos contratos, como también reclaman ERC, EH Bildu y el BNG.

El órdago de IU sentó mal al lanzarse en plena negociación de la vicepresidenta con la Moncloa e Interior

“Los acuerdos con el PSOE sobre la compra de material de defensa eran muy claros y nuestra posición ya era conocida, incluso el presidente del Gobierno se pronunció en contra de la compra a empresas israelíes desde el Congreso”, señalan estas mismas fuentes.

Sobre el órdago lanzado por Izquierda Unida de abandonar el Gobierno si se mantenía el contrato, desde Sumar aseguran que los ultimátum se deben producir cuando se han agotado todas las vías de negociación y este no era el caso, ya que Díaz se encontraba en pleno diálogo con la Moncloa e Interior para reconducir la situación.

Sumar pacta con el PSOE realizar una auditoría de todos los contratos vinculados con empresas israelíes

Sumar ha pactado con el PSOE realizar una auditoría para investigar y analizar todos los contratos que están sobre la mesa que tengan alguna vinculación con empresas israelíes, como demandó el mismo miércoles por carta la ministra de Juventud, Sira Rego, perteneciente a IU y de padre palestino.

Ayer, Maíllo en la reunión de su Coordinadora Federal defendió como fundamental que la multilateralidad sea “la característica principal de un Gobierno de coalición que se precie y que queremos que tenga larga vida”. También reivindicó a Izquierda Unida como fuerza útil dentro del Ejecutivo.

Sobre el futuro del plan de defensa del Gobierno, en Sumar se muestran cautos y señalan que quieren que se vote en el Congreso, aunque entienden que por la manera en que está configurado dicho programa es complicado. Pero una de cal y otra de arena. Tras el disgusto de esta semana, Yolanda Díaz llevará al Consejo de Ministros del próximo martes uno de sus proyectos estrella: la reducción de la jornada laboral a 37,5 horas.

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