Francina Armengol lamenta “la pérdida de tiempo” que está significando la estrategia del PP de emplear su mayoría absoluta en el Senado para “contraponer muchas cosas al Congreso” y, por ello, aboga por realizar una reforma constitucional “en profundidad” para que la Cámara Alta sea una “cámara territorial tal y como fue la inspiración del legislador”.
La presidenta del Congreso se ha referido así al “dislate” que, a su juicio, significa que haya dos Cámaras “que se ocupen de lo mismo cuando España es un país descentralizado con muchas competencias autonómicas”. “Lo que se necesita”, ha propuesto Armengol durante un encuentro informativo en El Ateneo de Madrid, “es una Cámara pura territorial” compuesta por miembros de los Gobiernos autonómicos “que tome decisiones compartidas” con el Gobierno central.
La presidenta del Congreso ha puesto de ejemplo el movimiento realizado por el PP para impulsar una conferencia de presidentes autonómicos que versara sobre la amnistía. Y basándose en su experiencia reciente como presidenta autonómica, ha remarcado que “en Baleares nos interesa más hablar de otras cosas, como el régimen especial de esa comunidad”.
Como tercera autoridad del Estado que es, Armengol ha evitado profundizar en algunas de las iniciativas planteadas por los moderadores del debate. Aunque, tras ser cuestionada por la reciente decisión del Tribunal Supremo de rechazar la querella contra Juan Carlos I por delitos contra la Hacienda Pública, la diputada balear sí que ha deslizado que, dentro de la “amplia” reforma constitucional que sugiere, deberían incluirse mecanismos para controlar las actuaciones del rey emérito.
Sobre los presupuestos generales del Estado de 2025, Armengol ha admitido que preferiría que los hubiera y se ha mostrado segura de que el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y todos los ministros también. “Todos estamos en eso y a mí me consta que los grupos parlamentarios están trabajando”, ha señalado para, a continuación, enfatizar la incongruencia de las críticas de PP y Vox cuando reclaman la necesidad de cuentas generales cuando muchos de los gobiernos autonómicos que presiden también las tienen prorrogadas.
Armengol ha destacado en su discurso principal que sus dos principales objetivos, como presidenta de la Cámara Baja, se centran en presentar el Congreso como “una institución útil” y, en segundo lugar, “acercar la institución a la sociedad”. Y en ese sentido ha puesto en valor el uso de las lenguas cooficiales en sede parlamentaria. Una medida impulsada por ella en primera persona y que confía en que no sea derogada si, en un futuro, las derechas llegan al Gobierno.
Por último, y tras ser preguntada si se volverá a presentar en un futuro para presidir la comunidad autónoma balear, Armengol no ha cerrado el debate: “En este momento lo tengo todo abierto, no me cierro ninguna puerta”, ha señalado garantizando que, en cualquier caso, “seguiré dedicándome a mi tierra, a mi gente y en el ámbito que sea oportuno. Soy una persona muy de equipos y me sé adaptar muy bien en donde puedo servir mejor en esa causa”, ha zanjado.