Alberto Núñez Feijóo ha confiado a dos de sus barones con más peso, el presidente de la Junta de Andalucía, Juanma Moreno, y el presidente de la Junta de Castilla y León, Alfonso Fernández Mañueco, el rearme ideológico del Partido Popular para el congreso nacional que los populares celebrarán los próximos 5 y 6 de julio en Madrid.
Ambos presidentes autonómicos estarán, además, acompañados de dos “gestoras acreditadas”, como la eurodiputada Alma Ezcurra y la alcaldesa de Zaragoza, Natalia Chueca, para coordinar los trabajos de la ponencia política de la formación.
Tras confirmarse ayer la designación del presidente de la Región de Murcia, Fernando López Miras, la presidenta de la Junta de Extremadura, María Guardiola, la alcaldesa de Santander, Gema Igual, y el portavoz del PP en el Ayuntamiento de Barcelona, Dani Sirera, para pilotar la ponencia de estatutos, tan solo queda por desvelarse quién presidirá el cónclave que Génova confía que sirva de “revulsivo” para la segunda parte de la legislatura.
El Partido Popular está convencido de que el Gobierno no sobrevivirá a “la corrupción que rodea” a su presidente. “Acumula más sumarios judiciales abiertos en su contra que presupuestos generales en su haber” y cuenta con “más imputados en sus filas que leyes aprobadas por el PSOE en las Cortes Generales”, le recriminó ayer Carmen Fúnez.
Los de Alberto Núñez Feijóo confían en que el congreso nacional que celebrarán en julio sirva de revulsivo para la segunda mitad de la legislatura
Desde Talavera de la Reina, donde ha participado del día del afiliado, la vicesecretaria de organización del PP ha ensalzado el valor de la militancia como “la materia prima más importante del partido” que contribuirá, a su juicio, como acelerador del relevo en la presidencia de un país al que sitúa en una situación “insostenible”.
“Estamos afrontando una guerra arancelaria a nivel internacional y un cambio en la situación geoestratégica con el peor Gobierno posible”, ha denunciado Fúnez quien también dibuja a un Pedro Sánchez encastillado en La Moncloa para “protegerse” de las investigaciones judiciales sobre su entorno.
“El presidente no está para gobernar ni para gestionar, está para protegerse. Un gobierno es aquel que se preocupa por los problemas de los españoles. Y el de Sánchez está al borde de un ataque de nervios, porque están más pendientes de las noticias de corrupción que de los problemas que preocupan y perjudican a los españoles”, ha señalado.