¿Otro mundo es posible?

Boletín del director

Sevilla debate la ayuda al Sur global

TOPSHOT - A Burundian government official from the Office for the Protection of Refugees speaks with newly arrived Congolese refugees awaiting relocation while weighing a sack of rice from the final batches delivered by the now-dismantled United States Agency for International Development (USAID) following a food distribution at the Cishemere Transit Center near Buganda, on May 6, 2025. Since January 2025, more than 71,000 people fleeing ongoing violence in the eastern part of the Democratic Republic of Congo have crossed into Burundi, its largest refugee influx in decades, UN says. In overcrowded camps settled in one of the poorest country in the World, deepening funding crisis threatens critical aid including significantly reduced food assistance, raising fears of violence. (Photo by Luis TATO / AFP)

Distribución de ayuda humanitaria estadounidense el año pasado en Burundi 

Luis Tato / Afp

Buenos días,

Este fin de semana he tenido el placer de participar en un debate con los amigos del Cercle d'Economia de Menorca. En esta jornada, como tantas otras en las que he tenido la oportunidad de compartir reflexiones sobre la situación general del país y eso tan manido de hacia dónde va el mundo, la conclusión general es bastante pesimista. La intención de las preguntas, el ánimo de las intervenciones desprende una preocupación grave sobre el mundo que vamos a dejar a nuestros hijos. Siempre se acaba en los mismos lugares comunes: no se hace lo suficiente para resolver la crisis climática; falta de inversiones en cultura y preocupantes bajadas en niveles de educación; aumento de las desigualdades sociales y especialmente por la crisis de las clases medias; la integración de la inmigración versus el crecimiento de la extrema derecha, o el bajo nivel de nuestros políticos en general.

Se puede concluir que el mundo va en una dirección que no es la que nos gustaría, con crecimiento de las autocracias y consolidación de líderes no democráticos, mientras las democracias tienen gobiernos débiles y viven el crecimiento de formaciones de extrema derecha.

En este contexto es muy importante la cumbre de desarrollo de la ONU que empieza hoy en Sevilla. Una cincuentena de jefes de Estado y de Gobierno van a intentar lanzar un mensaje de unidad para mejorar la financiación de lo que llamamos el Sur Global, que siempre tiene mejor imagen que llamarlos del tercer mundo. Hace un año que estos gobiernos, con la ayuda de organizaciones privadas y oenegés intentan llegar a un compromiso para ayudar a las zonas más desasistidas del planeta. La cumbre llega en un momento clave por la decisión de Donald Trump de eliminar las ayudas para la cooperación internacional al desmantelar la Agencia de Estados Unidos para la Ayuda Exterior (USAID). De hecho, la Casa Blanca ha decidido desmarcarse de esta cumbre de la ONU y ni tan solo participará para defender sus posiciones. El problema es que otros países como Reino Unido, Francia, Bélgica, Países Bajos o Suiza también han decidido recortar la ayuda exterior. En total, los fondos caerán un 20% este año según el cálculo realizado por la ONU.

FILE PHOTO: US President Donald Trump speaks with NATO Secretary General Mark Rutte as they attend the North Atlantic Council plenary meeting at the North Atlantic Treaty Organisation (NATO) summit in The Hague on June 25, 2025. LUDOVIC MARIN/Pool via REUTERS/File Photo

El presidente de EE.UU. Donald Trump y el secretario general de la OTAN, Mark Rutte, en la última reunión de la organización 

LUDOVIC MARIN / Reuters

Es paradójico que esta reunión se produzca solo una semana después de la cumbre de la OTAN donde los países participantes firmaron el compromiso de invertir hasta el 5% de su PIB en materia de defensa hasta el año 2035. Occidente opta por gastar más en actividad militar para defenderse de enemigos exteriores y reduce las ayudas a los países del Sur Global, que gastan más en devolver los créditos que les han dejado que en invertir en sanidad.

¿No sería más inteligente cuidar a estos países y tratar de ayudarlos a mejorar la vida de sus ciudadanos que no dejarlos a su libre albedrio y generar zonas de tensión en el mundo? España, por ejemplo, ya ha advertido en la OTAN que el Sahel es un polvorín que puede afectar gravemente el futuro de Europa. El dinero que no se va a invertir en África para evitar la proliferación de organizaciones terroristas puede acabar gastándose en amurallar el Mediterráneo con el fin de evitar la llegada de inmigrantes de estos grupos. Se puede ser reactivo, desde un punto de vista de la defensa, o se puede ser proactivo tratando de evitar que estos países vivan en la pobreza y se facilite la llegada al poder de extremismos. Son maneras de abordar el conflicto.

El compromiso histórico con el Sur Global fija en que las ayudas del primer mundo deben alcanzar el 0,7% del PIB global y son muy pocos los que llegan. Fíjense la diferencia, 0,7% para estas ayudas y 5% para la defensa.

Mark Suzman, director ejecutivo (CEO) de la Fundación Gates

Mark Suzman, director ejecutivo (CEO) de la Fundación Gates

REDACCIÓN / Terceros

Una buena explicación de lo que hoy sucede en África nos la da Mark Suzman, director ejecutivo de la Fundación Gates, que participa en la cumbre de Sevilla. Con la decisión de Trump de abandonar también las aportaciones de Estados Unidos a la Organización Mundial de la Salud (OMS), esta fundación privada ha pasado a ser el mayor contribuyente mundial por encima de cualquier otro país. Alguna cosa no va bien.

Las organizaciones sociales, las oenegés, no están tampoco contentas con las medidas que se van a pactar en Sevilla y les gustaría que fueran mucho más allá. La realidad es que ya será bastante difícil que se puedan cumplir muchas de las promesas que van a resultar de esta cumbre. El artífice del encuentro, la ONU, se encuentra en uno de los momentos más bajos de su credibilidad por la actitud de grandes potencias que le dan la espalda.

Una derivada del encuentro que no queremos dejar pasar por alto es la situación de las mujeres y las niñas en estos países, que son sectores muy perjudicados por la cancelación de las ayudas. Hay una discriminación de la participación femenina que estas ayudas trataban de paliar. En este sentido les recomiendo la lectura del artículo de María Fernanda Espinosa y Cristina Gallach, miembros de la organización GWL Voices.

Feliz semana.

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