La semana que el PP ha de culminar con la reelección triunfal de Alberto Núñez Feijóo como líder no podía empezar con mejores noticias para el principal partido de la oposición, que ha visto en la declaración de Santos Cerdán ante el Tribunal Supremo, tras la que el juez ha ordenado su ingreso en prisión comunicada y sin fianza, la confirmación de que el PSOE ha entrado en una deriva autodestructiva que, más pronto que tarde, hará que Pedro Sánchez presente su dimisión y convoque elecciones.
Después de conocerse la resolución judicial adoptada en la cercana plaza de la Villa de París, que ha hecho retrasar la rueda de prensa habitual tras el comité de dirección hasta saber si Cerdán iba directamente a Soto del Real, la secretaria general del PP, Cuca Gamarra, ha comparecido en la sede del partido, en la calle Génova, para anunciar que “cuando el sanchismo va camino de la cárcel” cabe exigir que el presidente del Gobierno dimita y “dé la palabra a los españoles” convocando elecciones.
Para el PP, el ingreso en prisión de Cerdán tiene una grave repercusión política, más allá de la judicial, puesto que afecta al “corazón del sanchismo” y Sánchez no puede alegar que es algo que le es “ajeno” cuando el político navarro fue su “hombre de confianza para todo”. En concreto, Gamarra se ha referido a las negociaciones para la moción de censura que llevó al líder socialista al Gobierno en el 2018 y de las dos investiduras, sobre todo la segunda, cuando fue necesario el apoyo de Junts y el entonces secretario de organización viajó en sucesivas ocasiones a Suiza y Bélgica para alcanzar un pacto con Carles Puigdemont.
“Si uno cae judicialmente, el otro ha de caer políticamente”, ha analizado Gamarra, para quien Sánchez ha ejercido como “jefe de una organización criminal”, integrada por Koldo García, José Luis Ábalos y el propio Cerdán, los tres principales integrantes de la trama corrupta desvelada por la Guardia Civil, y ahora “pende del hilo” de esos “posibles delincuentes”, por cuanto, ha analizado, está pendiente de “quién rompe antes el silencio”.
”¿Del Peugeot al furgón policial?”, ironizaban fuentes de Génova tras saberse que el fiscal anticorrupción había solicitado prisión incondicional para el ex secretario de organización socialista, a lo que se sumaba que el Tribunal Superior de Justicia de Extremadura ha tumbado también este lunes el aforamiento del líder del PSOE en la región, Miguel Ángel Gallardo, y, por tanto, la “estrategia del PSOE para proteger al hermano del presidente del Gobierno”, David Sánchez. “Vamos, que se está quedando buena mañana”, celebraban en la dirección popular.
“Cuando están imputados por corrupción la mujer del presidente, el hermano del presidente, el ex número dos del presidente, el anterior número dos del presidente y el fiscal general nombrado por el presidente, es evidente que el problema es el presidente”, ha sido el argumentario con el que el PP ha iniciado la semana de su XXI congreso nacional.