Francisco Salazar, uno de los nombres propuestos por Pedro Sánchez para la nueva dirección socialista, no llegará a asumir el cargo después de que esta mañana hayan trascendido unas informaciones en la que se le acusa de comportamientos inadecuados con las mujeres.
Ha sido el propio Salazar ha anunciado que renuncia a ocupar este puesto hasta que no se haya aclarado estas denuncias que, por otro lado, no se han formalizado aún por ningún cauce. De hecho, y aunque la secretaria general de Presidencia ha activado los mecanismos para determinar si procede la activación del protocolo de actuación frente al acoso sexual y por razón de sexo, el dirigente socialista ha solicitado ser apartado provisionalmente de sus responsabilidades de Coordinación Institucional de la Presidencia del Gobierno.
El paso a un lado preventivo y voluntario que ha decidido dar Salazar se produce, resaltan fuentes socialistas, sin que “ningún empleado o empleada haya solicitado hasta la fecha la activación de dicho protocolo ni se ha tenido conocimiento de ningún hecho o comportamiento verbal o físico de naturaleza sexual que pudiera ser constitutivo de una actuación degradante”.
El líder socialista y presidente del Gobierno, por su parte, ha decidido no cubrir la plaza destinada para Salazar en la organización. De forma que Rebeca Torró solo contará con dos adjuntos, Anabel Mateos y Borja Cabezón.
Así lo ha comunicado el PSOE a primera hora de la mañana y minutos antes de que se iniciara su trascendental comité federal que, precisamente, trata de pasar página a la crisis suscitada por los casos de Ábalos y Cerdán, imputados por corrupción. Este caso tiene, además una derivada moral porque en la investigación han trascendido conversaciones repugnantes en torno a la compra de sexto con mujeres por parte de dos de los comparsas de la trama, José Luis Ábalos y Koldo García.
El comunicado hecho público esta mañana por el PSOE explica que “Francisco Salazar ha solicitado al PSOE la apertura de unas diligencias previas de información sobre las noticias conocidas está mañana, y de la misma forma ha solicitado ser apartado de sus funciones actuales en la Comisión Ejecutiva Federal.
La CEF iniciará estas diligencias de inmediato, a pesar de que no constan en el PSOE denuncias al respecto en ninguno de los canales habilitados”.

Al malestar interno se suma la tensión en Ferraz, donde simpatizantes y críticos del Gobierno se enfrentan a ambos lados de la calle
La divulgación de estas acusaciones ha caído como un jarro de agua fría antes del inicio de un cónclave decisivo para el partido de la rosa. “Esto es insostenible”, lamentaba un miembro del comité federal del PSOE. Aún antes de que arranque la reunión del máximo órgano de decisión socialista entre congresos, este sábado en Ferraz, las tensiones internas se han disparado aún más ante las acusaciones por presunto acoso sexual, desveladas por ElDiario.es, contra el veterano Paco Salazar, designado la víspera por Pedro Sánchez como nuevo adjunto a la secretaría de organización que dirigirá Rebeca Torró.
La olla a presión se había reflejado previamente al anuncio a las mismas puertas de Ferraz. Con dirigentes como Adriana Lastra reclamando que Salazar no tomara posesión del nuevo cargo orgánico, y otros, como la ministra Pilar Alegría, defendiendo la integridad del político sevillano.
En la puerta de Ferraz, la ex dirigente Adriana Lastra reclamaba esta mañana que Salazar no entre en la renovada dirección
Este desgarrador escenario se produce apenas unas horas después de que el propio Sánchez protagonizara un acto con las dirigentes del partido en el que abogó precisamente por la toma de medidas severas que los sectores feministas del partido viene reclamando desde hace mucho tiempo.
Al malestar interno en el partido se suma además el ambiente que se vive esta mañana a las puertas de la calle Ferraz con partidarios y detractores de la continuidad del Gobierno enfrentados a ambos lados de la calle con la policía tratando de poner orden.
El PP carga contra el PSOE por el caso Salazar y ironiza con el código ético socialista
La noticia de la renuncia de Salazar ha coincidido con el arranque de la segunda jornada del congreso nacional del Partido Popular cuyos dirigentes no han perdido la ocasión para desgastar al PSOE y, como contraposición, reforzar su discurso sobre regeneración política y ética institucional.
El presidente del PP, Alberto Núñez Feijóo, ha optado por una declaración medida, pero no exenta de intención: “No vengo a comentar lo que hace el PSOE en su comité ejecutivo, pero lo que ha pasado se comenta por sí solo”, ha afirmado. Más contundente ha sido Ester Muñoz, futura portavoz parlamentaria del grupo popular, quien ha resumido su valoración con una frase lapidaria: “Lo de Paco Salazar es una vergüenza”.
Fuentes de Génova han ironizado con que el líder socialista es “tan buen presidente del Gobierno como cazatalentos”. Y subrayan que “no tiene palabra, no tiene credibilidad y su pretendida lucha contra la corrupción y el machismo es mero postureo mientras no deje el cargo por ser el máximo responsable de lo ocurrido.
Exdirector de Análisis de La Moncloa
Con más de treinta años de trayectoria en el PSOE —milita en el partido desde 1992—, Salazar es una figura consolidada en el panorama político español. Licenciado en Ciencias Políticas por la UNED (2017) e ingeniero técnico agrícola por la Universidad de Sevilla (1991),ha ejercido tanto en la política local -fue alcalde de Montellano entre 2003 y 2008- como nacional. Hombre de la máxima confianza de Pedro Sánchez tras un vínculo que se vio reforzado en las primarias socialistas de 2017, se integró en el equipo de La Moncloa como director de Análisis y Estudios del Gabinete de la Presidencia. Está casado y tiene tres hijos.