Isabel Díaz Ayuso ha sellado este domingo su apoyo a Alberto Núñez Feijóo en la clausura del XXI congreso nacional del Partido Popular, que durante tres días ha convertido Madrid en el epicentro del partido.
La presidenta madrileña, pese a las expectativas que despertaba como anfitriona del cónclave, ha optado por un discurso de cierre de filas en torno al recién reelegido líder popular, al que ha ofrecido un respaldo total para “derribar el muro del sanchismo”. Lo ha hecho sin protagonismos internos ni enmiendas al rumbo oficial del partido, como acostumbra a realizar, aunque sí con algún reproche indirecto. Concretamente, a través de su habitual dureza contra el nacionalismo catalán con la que amenaza con entorpecer una vez más los esfuerzos de Génova por abrir una vía de interlocución con Junts como la que ha iniciado esta misma semana Miguel Tellado a través de una ronda de contactos hasta ahora infructuosa.
“El PP debe estar preparado porque va a volver el golpe en Catalunya”, ha advertido la madrileña en un discurso con el que ha atacado con especial dureza a los beneficiarios de la ley de amnistía: “Los propios delincuentes han reescrito el código penal”, ha dicho, denunciando que “en breve van a tener su propia Hacienda”.
También ha cargado contra el Gobierno de Pedro Sánchez, al que ha acusado de actuar con opacidad y de aprovechar el periodo estival para impulsar medidas sensibles, como una nueva financiación para Cataluña, sin apenas margen de reacción ciudadana: “Eso sí, lo harán en español y bien clarito, para sacarnos el dinero”, ha ironizado.
“Vamos a tener que estar mirando el BOE como quien pone patrullas vecinales”, ha continuado, denunciando que el Ejecutivo “opera a espaldas de los españoles” con decisiones que, a su juicio, buscan anestesiar la reacción ciudadana durante el verano: “Lo hacen para que la indignidad nos dure dos o tres semanas. Y así, a la vuelta, en septiembre, ahí os lo coméis”.
Lejos de abrir una batalla ideológica interna, como se llegó a temer hace unas semanas en el seno del PP, Ayuso ha optado por contenerse y sumar. Aunque hace apenas un mes agitaba la necesidad de abrir el debate sobre temas como el aborto, la eutanasia o los vientres de alquiler, y reclamaba un sistema de primarias basado en “un afiliado, un voto”, tanto ella como su equipo, pilotado por Miguel Ángel Rodríguez, han aceptado finalmente que “no es el momento” de librar ese pulso.

Ayuso asegura que hay que estar vigilantes con el nacionalismo y el sanchismo dejando caer que “el golpe va a volver en Catalunya
Tan convencidos están de que les toca aguardar en un segundo plano que el PP de Madrid tampoco ha insistido en su rechazo al modelo de compromisarios que ha acabado imponiéndose, más próximo al sistema clásico del partido. “Somos conscientes de que no es el momento de una disputa interna”, aseguran en su entorno, convencidos de que ahora toca respaldar a Feijóo y permitirle un último intento de vencer a un PSOE muy debilitado por el demoledor informe de la UCO contra Santos Cerdán.
A Feijóo, precisamente, le ha reservado Ayuso la parte final de su intervención, con un apoyo explícito: “El partido es tuyo, estaremos en todo momento a tu lado. Madrid es tu casa”, ha señalado, antes de lanzar una advertencia sobre la magnitud del reto que le espera: “Vaya papelón, presidente, cómo va a dejar el sanchismo todo. Qué valentía hay que tener para ponerse frente a este morlaco”.
Su cierre fue una llamada a la movilización: “El muro del sanchismo no va a caer, lo vamos a tirar abajo. Necesitamos que los españoles cojan lo que tengan a mano para, pico y pala, tirar ese muro al lado de Feijóo”.
Con el congreso clausurado y el liderazgo de Feijóo reafirmado, el PP se proyecta hacia el nuevo ciclo político con un mensaje de unidad. Pero las tensiones de fondo no han desaparecido: solo se han aplazado. Ayuso ha decidido esperar. Más adelante, si Feijóo vuelve a fallar como en 2023, ya se verá.