“Estoy bien, estoy fuerte”, ha admitido sin ambages Pedro Sánchez, tras dar por superado el mazazo político y emocional que le supuso el estallido del escándalo de presunta corrupción que implicó al hasta ese momento número 3 del PSOE, Santos Cerdán, uno de los integrantes de su núcleo duro de máxima confianza junto al ya también defenestrado José Luis Ábalos. “Julio ha sido mejor que junio, estoy con las pilas cargadas”, ha reconocido el presidente del Gobierno este miércoles, en una conversación informal con la prensa en Asunción (Paraguay), última escala de su gira por el Cono Sur sudamericano antes de emprender el viaje de regreso a Madrid.
Justo el día del segundo aniversario de las elecciones generales del 23-J, y ya en el ecuador de esta convulsa legislatura en curso, Sánchez ha puesto en valor la “situación excepcional” que ha resaltado que vive España, en crecimiento económico y creación de empleo, además de en “proyección internacional y europea”. Y ha lamentado que los casos de corrupción que ahora han salpicado al PSOE “opaquen una extraordinaria labor” del Gobierno que dirige.
“Estoy bien, estoy fuerte”, ha admitido sin ambages Pedro Sánchez
Y ha puesto el foco, en todo caso, en el caso de presunta corrupción que afecta al ex ministro de Hacienda del PP, Cristóbal Montoro, y que según la investigación judicial habría beneficiado a algunas empresas gasistas y de otros sectores. Sánchez ha anunciado así que el Gobierno está llevando a cabo ahora “un análisis de las leyes que han favorecido a estas empresas, para revertir los privilegios que hayan podido tener”, gracias a los manejos del ex ministro Montoro.
El presidente ha dado a entender que el caso Montoro no es equiparable al de Ábalos y Cerdán, debido a su mayor calado. “No es cuestión de empatar, en corrupción el PP gana por goleada”, ha advertido Sánchez. Y ha acusado al PP de “una utilización espúrea de las instituciones para gobernar para una élite, anteponiendo intereses minoritarios frente a los generales”.
Pero el jefe del Ejecutivo ha advertido al PP que “no se trata de competir, sino de combatir la corrupción”. Para ello, su receta es “responder con celeridad, colaborar con la justicia y proponer soluciones”. “Nosotros hemos hecho esas tres cosas”, ha subrayado. En implícita referencia a la falta de reacción que atribuye a Alberto Núñez Feijóo ante la corrupción.
En el ecuador de la legislatura, Sánchez concluye este intenso curso político, antes del paréntesis de agosto, sin dar pábulo a la sensación de fin de ciclo que trata de imponer el PP, a su juicio, como un “disco rallado”, pronosticando la llegada del apocalipsis cada día desde hace ya siete años. Aunque no haya nuevos presupuestos generales del Estado, el presidente ha resaltado: “Tenemos los fondos europeos”. Con un quinto desembolso por valor de otros 24.000 millones de euros que permiten, según ha recalcado, tanto impulsar la política social como afrontar transformaciones estructurales. Dos años después del 23-J, el presidente ha asegurado que ya ha cumplido el 45% de sus objetivos de legislatura. “Nos queda el 55%”, ha advertido, descartando así todo adelanto electoral ya que su propósito es agotar el mandato, salvo contraorden, en el 2027.
Y pese a la situación de minoría parlamentaria y la posición cada vez más dura de formaciones como Junts o Podemos -que tumbaron el pasado martes el decreto antiapagones, junto al PP y Vox-, Sánchez ha advertido que en esta legislatura el Gobierno mantiene una tasa de aprobación de iniciativas legislativas del 86%, solo un poco menor a la de la anterior legislatura. “El país avanza pese a la complejidad parlamentaria. Y el PP, pataleando”, ha resaltado.
“La realidad política en España es que no hay mayoría parlamentaria ni de izquierda ni de derecha. Y el único partido capaz de articular una mayoría parlamentaria en positivo es el PSOE”, ha señalado. Ese será el mismo escenario con el que proseguirá la legislatura en septiembre, tras el paréntesis de agosto, mientras Sánchez ha vuelto a dejar en el aire la posibilidad de que aborde una crisis de Gobierno a la vuelta del verano. “Yo estoy muy contento con el Gobierno, todos los ministros hacen un extraordinario trabajo”, se ha limitado a decir, sin querer dar pistas.

Pedro Sánchez en Paraguay.
“Llevo siete años gobernando en minoría parlamentaria, y ganamos casi 9 de cada 10 votaciones”, ha insistido. Y su pretensión es continuar así su mandato, muy consciente de que nadie le extenderá un cheque en blanco: “Hay que sudar la camiseta y pelear cada balón”, ha asumido.
Sánchez ha reprochado que el PP lleva siete años demandando un adelanto electoral, siempre con una estrategia de “oposición destructiva”. Y ha lamentado que Feijóo le ataque incluso por el flanco familiar. “Cuando tu crítica es personal y no política, es que no tienes ningún argumento”, ha reprochado a Feijóo. “Y demuestra frustración e impotencia para construir una alternativa al actual Gobierno”, ha atizado. “Si esa es su estrategia, volverá a perder las elecciones”, ha pronosticado al líder del PP.