El presidente de Vox, Santiago Abascal, ha reaccionado al rechazo verbalizado por la Conferencia Episcopal Española (CEE) a la polémica moción aprobada por el PP y Vox en Jumilla pasando al ataque.
Tras invalidar la advertencia realizada por los obispos de que imponer restricciones por motivos religiosos –como es el caso del veto a la celebración de dos festividades religiosas musulmanas en instalaciones municipales de la citada localidad murciana– supone “una discriminación que no puede darse en sociedades democráticas”, el líder de Vox ha decidido cargar contra los prelados. Lo ha hecho deslizando graves insinuaciones sobre los supuestos motivos que tendría la Iglesia española para alinearse con la comunidad islámica.
Desde la dependencia de los ingresos públicos hasta el supuesto aprovechamiento de fondos destinados a la inmigración por parte de estructuras eclesiásticas, como Cáritas. Llegando incluso a sugerir que los casos de pederastia documentados en diversas diócesis podrían estar manteniendo “absolutamente amordazada” a la institución “frente ante las acciones de determinados gobiernos liberticidas que van contra nuestra identidad, incluso contra la libertad religiosa y contra la fe”.
El líder de Vox acusa a la Iglesia de estar “amordazada” por las ayudas que recibe Cáritas para causas sociales
Abascal, que se reconoce “perplejo y entristecido”, también incluye en su argumentación el reproche que en 2023 recibió por parte de la Conferencia Episcopal cuando Vox propuso en las Cortes de Castilla y León que las mujeres que van a abortar escuchen el latido del feto: “Estoy perplejo y entristecido ante una parte de la jerarquía eclesiástica”, resume señalando, sin mencionarlo explícitamente, a Francisco César García Magán. El obispo auxiliar de Toledo y secretario general de la CEE encargado de oficializar, entre otros, el apoyo “total y unánime” a la iniciativa del Gobierno para resignificar el Valle de Cuelgamuros.
Con estas declaraciones realizadas en Bipartidismo Stream, un canal de Youtube vinculado con la extrema derecha, Abascal vuelve a tensar la cuerda en materia de inmigración. A diferencia del PP, en Vox están convencidos de que enarbolar la bandera islamófoba les reporta réditos electorales.
En este contexto, el dirigente vasco ha vuelto a arremeter con dureza contra la inmigración, asegurando, entre otras cosas, que “España está sufriendo de forma dramática las consecuencias de la importación de islamistas”. Y con los violentos sucesos ocurridos en julio en la localidad de Torre Pacheco aún recientes, advirtió de que “los españoles no estamos condenados a aceptar pasivamente esta invasión”.