El Congreso recupera hoy su actividad en formato reducido, propio aún del mes de agosto. Pero lo hace con un plan de trabajo mayúsculo como consecuencia de la estrategia anunciada por el Partido Popular de “no dar ni un respiro” al Ejecutivo en el inicio de curso.
La diputación permanente, el órgano que vela por las funciones de la Cámara fuera de los periodos ordinarios y que reúne a 69 diputados en proporción a la representación de cada grupo, afrontará hoy una sesión marcada por la catarata de solicitudes de control al Gobierno que los populares han acumulado en las últimas semanas.
Sánchez y ocho ministros, incluidos Montero, Marlaska, Puente y Bolaños , en el punto de mira del PP
Sobre la mesa figuran dos peticiones de comparecencia urgente del presidente, Pedro Sánchez, y otras ocho de distintos ministros. Todas perfectamente encadenadas para intentar endosarle al Ejecutivo la primera derrota del curso antes de que este comience de manera formal.
Lo que el PP persigue es convertir cada cita en un escenario de desgaste y en un recordatorio constante de las sombras judiciales y políticas que rodean a la Moncloa. En este pulso han contado con la ayuda inesperada del PSOE. El embotellamiento de la lista de comparecencias que deberá abordar la diputación permanente no responde solo a la ofensiva de la oposición, sino también a la decisión de los socialistas de bajar el diapasón en agosto con la intención de tomar aire tras un final de curso al límite. Un paréntesis que se le ha vuelto parcialmente en contra al verse obligado a afrontar de golpe el vendaval parlamentario.
La sesión arrancará a las diez de la mañana con la petición de comparecencia de Sánchez. El PP reclama que rinda cuentas sobre “la corrupción que afecta a su gobierno, su familia y al PSOE”, a raíz de la imputación de Begoña Gómez, la investigación a la asesora Leire Díez y el incumplimiento de recomendaciones del Greco en el Consejo de Europa.
A continuación, los populares apuntan a la vicepresidenta primera, María Jesús Montero, por la condonación de deuda a comunidades autónomas, y también a la vicepresidenta tercera, Sara Aagesen, y a la ministra de Defensa, Margarita Robles, llamadas a explicar la respuesta del Ejecutivo a los incendios del verano.
El paquete se completa con las solicitudes de presencia del ministro de la Presidencia, Félix Bolaños, para que explique el respaldo del Gobierno al fiscal general del Estado, Álvaro García Ortiz; del titular de Transportes, Óscar Puente, por el “caos ferroviario”; de la ministra de Inclusión, Elma Saiz, por la emergencia migratoria en el sur peninsular y Baleares; y de la ministra de Igualdad, Ana Redondo, para responder a las acusaciones de “machismo en Moncloa”, en alusión al caso de Paco Salazar y a los audios intervenidos del exministro José Luis Ábalos y su asesor Koldo García.
Con tantas comparecencias concentradas, la jornada promete más presión que debate.