En su ofensiva contra la inmigración, el partido ultra Vox ha denunciado ante la Capitanía Marítima del Puerto de Santa Cruz de Tenerife al buque Open Arms, para el que ha pedido que se abra inspección, al encontrarse atracado en dicho puerto “a la espera de recibir aviso o comunicación de embarcaciones que lleven a bordo a ciudadanos de nacionalidad extranjera”.
La formación explica en su escrito que se trata de una acción que “no es lícita” puesto que esperan para ayudar a entrar en España a “personas de nacionalidad extranjera de formar ilegal”. Tampoco es lícito, recuerda, “colaborar de ningún modo con su tránsito, transporte o desembarco”.
Así, Vox ha solicitado que se verifique el cumplimiento de todas las condiciones y obligaciones técnicas, requisitos de seguridad y prevención de la contaminación así como de las licencias y autorizaciones pertinentes para desarrollar las dos actividades y “servicios” que el director de la Fundación Proa-Proactiva afirma públicamente va a desarrollar.
Y, en caso de existir deficiencia, ausencia o incumplimiento; se proceda a ordenar la paralización del buque y la suspensión en la prestación de sus servicios y en la realización de navegaciones, para ambas actividades o solo para la de búsqueda y rescate.
En paralelo, el líder del partido, Santiago Abascal, aseguró hoy que “cualquier crítica” que recibe del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, como las que realizó por sus palabras sobre el Open Arms, le indican que está haciendo “lo correcto” y afirmó que él tiene la conciencia “muy tranquila”.
Así lo indicó Abascal en una entrevista en Servimedia, haciendo alusión a las declaraciones del presidente del Ejecutivo en la entrevista en TVE en la que le acusó de racista y mal cristiano por calificar a la ONG Open Arms de ser un barco “negrero esclavista que colabora con las mafias del tráfico de personas” y pedir que lo hundieran.
En este sentido, Abascal instó a Sánchez a que le acuse “de lo que quiera” porque el presidente del Gobierno es “un psicópata, un corrupto, un traidor y un indecente”. De hecho, “casi” se alegró de que le acuse de algo e ironizó con que lo que le preocuparía es que le “aplaudiera”, que quiera pactar con él “como lo hace con el PP o con Von der Leyen”. Recordó que representa a “muchos españoles”, por lo que va a entregase a ese “deber” le digan lo que le digan.