Lluís Llach: “El independentismo está depresivo pero sigue estando”

Entrevista

El presidente de la ANC espera que la Diada sea “el termómetro del entusiasmo y las ganas de luchar” del movimiento independentista

Lluís Llach: “El independentismo está depresivo pero sigue estando”
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El presidente de la Assemblea Nacional Catalana, Lluís Llach, atiende a 'La Vanguardia'.Pau Venteo / Shooting

Por segundo año consecutivo, la Assemblea Nacional Catalana, junto a cinco entidades más, ha decidido descentralizar la movilización independentista para la Diada del Onze de Setembre. Habrá manifestaciones en Barcelona, Girona y Tortosa. Es la segunda concentración que Lluís Llach (Girona, 1948) afronta como presidente de la ANC, que ve al independentismo “desanimado” pero cuya determinación es que la Diada sirva de catalizador para volver a “vehicular” al movimiento soberanista.

¿En qué estado ve al independentismo?

El independentismo está desanimado desde el año 2019. Como entidad independentista también lo notamos, pero para eso hemos venido. Para continuar, picar piedra, buscar nuevas formas de lucha y mirar de vehicular otra vez la gran cantidad de independentismo que hay en Catalunya porque esto, en principio, no ha variado nada.

Usted sostuvo en una entrevista en La Vanguardia el año pasado que el Govern de Salvador Illa sería un revulsivo para el procés. Un año después, la demoscopia no parece que así lo indique.

Lo mantengo. Creo que el hecho de que Salvador Illa sea el president de la Generalitat ha mandado el mensaje a todos los independentistas de que hemos tocado fondo. El problema es cómo se reacciona ante el hecho de tocar fondo. Cómo se fortalece en la calle, cómo se reanima, cómo se organiza, cómo se estructura… Yo hablo de entidades, ya no hablamos de partidos. Pienso que primero tenemos que fortalecer la sociedad y, de este modo, también fortaleceremos a los partidos independentistas. Lo que no se puede pretender es que los partidos independentistas tengan fuerza si la sociedad independentista está desanimada.

Usted considera que el procés no se ha acabado.

Es que yo entiendo que el procés no ha acabado sencillamente porque la vía democrática y electoral se la cargó el Estado con el 155. Yo creo que el procés, sí, será más largo porque el Estado nos obliga a hacer un camino más largo, pero yo creo que esta sociedad lo logrará. Y no solo lo creo yo sino sobre todo quien lo cree es el Estado −y esto da mucha esperanza porque sabe de una manera fehaciente que el independentismo se ha quedado−. No conozco a ningún independentista que haya dejado de serlo. Viven decepcionados, enfadados, se cuestionan cosas, pero yo creo que el independentismo es un cambio de chip colectivo en la sociedad catalana que se ha quedado.

Dice que no conoce a ningún independentista que haya dejado de serlo. El CEO de este marzo registró el apoyo más bajo a la independencia desde el 2015: un 38%. ¿A qué lo atribuye?

Me parece que el máximo que se había logrado era el 52%. Estar en el 40% ratifica el hecho de que el independentismo es fortísimo. Que se mantenga esta cifra del 40% es extraordinario, contra toda la información oficial y oficiosa, contra toda la voluntad de los medios poderosísimos del Estado y, en estos momentos, del Govern.

No nos reuniríamos con Illa. Es un adversario de primer orden”

Lluís LlachPresidente de la ANC

Las cifras denotan estancamiento o retroceso. ¿Por qué el independentismo no parece atraer a gente que aún no es partidaria de un Estado propio?

El problema, para mí, no es tanto ampliar la base. Ampliar la base no es una cosa con la que los independentistas estemos en contra. De hecho, estamos muy a favor. Lo que pasa es que cómo se amplía la base: ¿justificando los motivos que tenemos para ser independentistas o renunciando a los principios independentistas, al menos de funcionamiento? Desde la Assemblea pensamos que tenemos más motivos que nunca para ser independentistas. Las razones que impulsan al independentismo y que deberían impulsar al independentismo institucional son poderosas. Es una cosa maravillosa pensar que el Estado, al ver la desafección en Catalunya, nos tendría que seducir. En el momento en el que el Estado tendría que hacer este esfuerzo, pasa lo que pasa con Renfe, con los hospitales, la lengua, el FLA, el expolio… Es anormal hasta el punto que dirías que es un trato absolutamente colonial.

Estas razones que apunta también las señalan los partidos. ¿Hay un problema de conexión con el electorado entonces?

No.

¿De liderazgos?

Esto es un problema de los partidos, también. Cuando en una democracia se establece que el poder institucional se alcanza a través de los partidos, son ellos los que tienen que encontrar nuevos liderazgos. Quizás sí, o quizás tienen que venir formaciones nuevas con otras ideas u otras formas de lucha y confrontación desde el independentismo. Por lo tanto, sí, hacen falta nuevos liderazgos pero los tiene que querer la gente.

Lluís Llach, durante la entrevista.

Lluís Llach, durante la entrevista.

Pau Venteo / Shooting

¿La Diada es un termómetro para el independentismo?

Es del grado de optimismo o de implicación de la gente. Desde el año 2019 que la gente ha ido diciendo que ya se les avisará cuando sea todo de verdad, o que no le gusta ninguna de las opciones que hay. A mí me gustaría que el 11-S fuera el termómetro de las ganas de luchar. Y que la gente entendiera que, si no luchamos, este país tiene un horizonte oscuro. No es el termómetro del independentismo, pero sí que es el termómetro del entusiasmo. Por eso queremos mejorar la asistencia y que venga mucha gente. Si no lo conseguimos, nos adaptaremos a la realidad que haya y seguiremos picando piedra.

Queremos mejorar la asistencia y que venga mucha gente. Si no lo conseguimos, nos adaptaremos a la realidad que haya”

Lluís LlachPresidente de la ANC

¿En qué medida se sentiría satisfecho por la respuesta que haya en la manifestación de este Onze de Setembre?

A mí la satisfacción me viene por el trabajo que hemos hecho antes. Estamos inmersos en un movimiento que está un poco decaído. Yo diría que está en depresión y los que están depresivos no dejan de ser. El independentismo no deja de ser, pero está un poco depresivo. Durante este año y medio hemos intentado muscular la ANC para dejarla como la entidad que solo tiene como objetivo la independencia y que no pone límites a esta lucha transversal. De todas las situaciones de desnacionalización que ha sufrido este país, la que estamos sufriendo ahora es seguramente la más urgente por responder.

La líder de Aliança Catalana, Sílvia Orriols, ha abierto la puerta a asistir este año a la concentración. ¿Es bienvenida?

Es una columna fundamental de la ANC, más allá de las opiniones que tengan el presidente o los secretarios nacionales, que todo independentista que venga a la manifestación es bien recibido. Nosotros, por otro lado, desde hace años que no invitamos a los partidos a venir. Las personas de Aliança Catalana que tengan ganas de venir a la manifestación serán bienvenidas, más allá de lo que piensen. Nunca se ha pedido, y es una de las cosas que dignifica la Diada y a la ANC, a quién votas y a quién no. O cuál es tu ideología. Pienso que esta es la fuerza. Si la gente de Aliança quiere venir, que vengan.

Las personas de Aliança Catalana que tengan ganas de venir a la manifestación serán bienvenidas”

Lluís LlachPresidente de la ANC

¿No teme que a alguna de las entidades que también organiza la manifestación le incomode este hecho?

¿Por qué? Es que esto está asumido no solo por las entidades, yo creo que lo está por todo el pueblo de Catalunya. El Onze de Setembre es la manifestación de la gente independentista y nadie se pregunta su ideología.

Lluís Llach, presidente de la ANC.

Lluís Llach, presidente de la ANC.

Pau Venteo / Shooting

¿Qué le parece que haya una parte del independentismo que simpatice con Aliança?

A mí, a título personal, lo que me preocupa es el fascismo. Yo creo que la línea roja de la lucha para nuestra liberación nacional es la moral democrática y cívica que se ha ido conformando en el último siglo, que son un conjunto de derechos humanos, de las mujeres, de los pueblos… Entonces, todos aquellos partidos que no respetan los derechos humanos, a mí no es que me preocupen, es que me obcecan. La señora Orriols decía en sede parlamentaria que ellos votarían muchas veces con Vox, pero que son españoles. Yo no quiero un Vox catalán. Ahora, si ellos asumen que son el Vox catalán, que sepan dónde están. Están fuera de los derechos humanos, fuera de lo que se podría considerar el grueso de moral cívica, democrática que en las sociedades avanzadas nos hemos dado.

Yo no quiero un Vox catalán. Si Aliança asume que es el Vox catalán, que sepa dónde está: fuera de los derechos humanos”

Lluís LlachPresidente de la ANC

¿Cómo valora la reunión entre Salvador Illa y Carles Puigdemont?

Diría que el president Illa no fue a ver al president en el exilio, sino que fue a ver al presidente de Junts. A partir de aquí, yo como ANC no lo valoro porque las cuestiones autonomistas, fuera de aquellas que nos acerquen a la independencia, no las valoramos. Me parece que el señor Illa no fue a ver al president en el exilio por una cuestión política seria y en relación con la independencia, sino por intereses propios de partido.

Illa se ha reunido con entidades como Òmnium Cultural o Societat Civil Catalana, pero no con la ANC. Si hubiera una invitación, ¿asistirían?

No. Entendemos que el señor Illa es un adversario de primer orden. Si no fuera por alguna cosa muy grave, que no ha pasado en este país, es una persona totalmente contraria a lo que persigue la ANC.

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