Koldo García, hombre de confianza del exministro de Transportes José Luis Ábalos, ha seguido sus pasos y se ha negado a declarar ante el juez del Tribunal Supremo Leopoldo Puente y al igual que pasó ayer durante la comparecencia de su jefe, el fiscal jefe de Anticorrupción no ha apoyado la prisión preventiva que sí han pedido las acusaciones populares. Tras ello, el juez ha mantenido las medidas cautelares que ya pesan sobre el exasesor como la retirada de pasaporte o comparecencias en el juzgado, pero no ha decretado su ingreso en prisión provisional.
Koldo García, a su llegada al Tribunal Supremo
El instructor que investiga la trama de corrupción que salpica a Ábalos y García no ha permitido al exasesor justificar las razones por las que se niega a declarar, según explican fuentes presentes en el interrogatorio. García, en la misma línea que su antiguo jefe, ha argumentado que se encuentran indefensos en esta causa.
En su informe, Luzón ha mantenido un criterio similar al utilizado ayer con Ábalos, es decir, que los indicios se han fortalecido en la medida que avanza la investigación y aunque existe un cierto riesgo de fuga este no es lo suficientemente alto como para justificar una privación de libertad. No obstante, ha afeado al investigado que hable tanto en los medios de comunicación sobre la causa. García ha argumentado que lo que hace es defenderse de los ataques contra él.
En su auto, el juez considera, igual que el fiscal, que no existe suficiente riesgo de fuga aunque reconoce que existe la posibilidad de que García oculte dinero proveniente de comisiones ilegales. “Es verdad que Koldo García pudiera, tal vez, disponer de una cierta cantidad de dinero, que hasta la fecha no ha sido hallada. Y es cierto que mantuvo en el pasado ciertos vínculos con otros países, que se desconoce si persisten”, advierte.
El exasesor de Ábalos estaba citado para hoy para explicar cómo gestionó el dinero en efectivo que movió el exministro. Sin embargo, García ha optado por guardar silencio alegando indefensión porque no ha podido acceder, según él, a todo el material que maneja la unidad central operativa (UCO) de la Guardia Civil.
Ábalos sale airoso
Ayer, Ábalos salió ayer airoso de su citación en el Tribunal Supremo a pesar de sus maniobras de dilación o distracción que han generado malestar tanto en el juez que le investiga, Leopoldo Puente, como en el fiscal jefe de Anticorrupción, Alejandro Luzón, que lidera la investigación. A pesar de su movimiento infructuoso a última hora para cambiar de abogado, en un claro intento por retrasar su declaración acordada para ayer, o su negativa a contestar en su interrogatorio, evitó acabar encarcelado, tal y como pidieron al juez las acusaciones populares . Hoy mismo ya ha anunciado su cambio de abogado. Carlos Bautista, ex fiscal de la Audiencia Nacional se hará cargo a partir de hoy de su defensa.
El exministro José Luis Ábalos a su salida del Tribunal Supremo
Luzón y Puente han ido en este asunto de la mano. Ambos han decidido conjuntamente qué diligencias se deben practicar y qué medidas fijar a los investigados. Ambos coincidieron en que el exsecretario de Organización del PSOE Santos Cerdán debía ir a prisión y también que todavía no es el momento para excarcelarle. Ayer Ábalos llegó al Supremo después de que el instructor le había impedido renunciar a su abogado, José Aníbal, con el malestar creado entre abogado y cliente por tener que acudir juntos a la comparecencia.
Fue este el argumento que utilizó Ábalos para negarse a declarar y criticó la alegación de Puente de que se trataba de un fraude de ley. El exministro y antecesor en el cargo de Cerdán en la Secretaría de Organización del partido socialista intentó justificar ante el juez que un fraude hubiese sido dejar el escaño un día antes de la declaración pero no pedir un cambio de defensa ante las diferencias irreconciliables entre ambos.
Puente le cortó y, según fuentes presentes en el interrogatorio, se le vio molesto por la actitud adoptada por el actual diputado por el grupo mixto. Ante su silencio, las acusaciones populares, lideradas por el Partido Popular, solicitaron al magistrado que celebrase una comparecencia de prisión.
Juez y fiscal, de la mano
Luzón se opuso a que Ábalos acabase en el centro penitenciario de Soto del Real junto a su compañero de partido aunque reconoció que los indicios contra el exministro son cada vez más robustos, sobre todo después del último informe de la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil entregado a principios de mes. En éste, se detalla cómo Ábalos desde que llegó al Ministerio dejó de tener movimientos en sus cuentas corrientes para empezar a utilizar dinero en metálico, hasta 95.000 euros que hayan podido rastrear.
El fiscal también advirtió que existe un riesgo de fuga pero para eso ya tiene unas medidas cautelares impuestas desde febrero como la retirada de pasaporte o acudir cada quince días al juzgado, que ha cumplido desde entonces. Además, para Luzón el hecho de que sea diputado en el Congreso rebaja el riesgo.
Al juez no le convencieron suficientemente los argumentos de las acusaciones populares, que defendieron que Ábalos es el líder de una trama de corrupción con el Ministerio de Transportes como epicentro, para favorecer a empresas con contratos públicos a cambio de ‘mordidas’. Tampoco ‘compró’ la tesis de que existe un riesgo real de destrucción u ocultación de pruebas, como por ejemplo el propio dinero que habría recibido ilícitamente y que a juicio de las acusaciones debe estar escondido.
Así que el juez volvió a apoyarse en la Fiscalía y optó por mantener su situación personal igual que estaba antes de la declaración de ayer. Ahora bien, deja en un auto negro sobre blanco los indicios que existen de que el exministro “sin hacer uso de cantidad alguna en metálico procedente de sus cuentas bancarias durante varios años, efectuó sin embargo significativos ingresos en metálico en esas mismas cuentas”
Además, añade el juez que se ha puesto de manifiesto la existencia de “muy estrechos vínculos entre los patrimonios de Ábalos y del también investigado Koldo García” quien según el auto ha venido “asumiendo con su propio patrimonio gastos de Ábalos”.
Tregua al PSOE
Tras este nuevo episodio, el exsocialista valenciano podrá seguir con su sueldo de diputado. No obstante, en su resolución Puente invita a hacer la “reflexión” al poder legislativo de cómo una persona investigada por tan “graves” hecho de corrupción puede seguir ocupando un escaño en la cámara baja. Desde luego, él no va a meterle en la cárcel para evitar que se siga viendo la imagen de Ábalos en el Congreso.
El silencio del exministro también ha dado tregua al PSOE ante las dudas de qué podría decir sobre los pagos en efectivo para cubrir su liquidación de gastos por parte de la formación en su época de secretario de Organización.
Pantalla costeada por la asociación Hazte Oír y colocada este miércoles en los alrededores del Tribunal Supremo
García estaba citado para hoy. Sobre él también pesaba la sombra de la prisión aunque con la libertad de Ábalos, este escenario se aleja. El exministro estaba pendiente de lo que dijese su exasesor, ya que tiene información no solo de él sino de sus hijos. Al final, ha decidido guardar silencio.
Por ahora, Koldo García ha negado todos los hechos, aunque cada vez se complica más negar ciertos aspectos como las grabaciones que los agentes encontraron en su domicilio durante el registro con conversaciones suyas con Ábalos y con Cerdán, esta última, responsable de llevarle con él desde Navarra a Madrid.
La disputa por el escaño de Ábalos
La estrategia de defensa de todos ellos depende de cada paso que dé cada uno de ellos. Uno de los escenarios que se baraja es que Ábalos abandone su escaño para que el asunto deje de ser competencia del Supremo y se vaya a la Audiencia Nacional, lo que ralentizaría la instrucción. Pero que el exministro de ese paso significa que se queda sin su sueldo de diputado.
Todos los pasos que está dando el juez y lo que va apuntando en sus resoluciones es que una primera parte de la causa está llegando a si final, lo que sería el paso previo para sentarles en el banquillo de los acusados por los contratos facilitados al empresario Víctor de Aldama por mascarillas en plena pandemia. Este último ya ha reconocido que ha pagado dinero en metálico así como pisos, vacaciones y otras dádivas a Ábalos y García a cambio de abrirle las puertas no solo en Transportes sino en otras administraciones.

