Santos Cerdán, ex secretario de organización del PSOE y uno de los ex hombres fuertes del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, lleva 107 días en prisión incondicional desde que el pasado 30 de junio el instructor Leopoldo Puente le encarceló por su presunta máxima responsabilidad en la trama de corrupción conocida como caso Koldo y que salpica al ex ministro de Transportes José Luis Ábalos.
A pesar de todos los varapalos judiciales sufridos desde aquel día, denegándole tanto el juez como la Sala de lo Penal su puesta en libertad, hoy lo ha vuelto a intentar a la luz de los últimos acontecimientos, singularmente que tanto Ábalos como su exasesor Koldo García siguen en libertad. Ambos han sido citados por el juez a raíz del último informe de la unidad central operativa (UCO) de la Guardia Civil, que apuntalaba los indicios contra ellos al descubrir el manejo de dinero en efectivo que no aparece en sus cuentas bancarias y que los investigadores sospechan provienen de comisiones ilegales.
Tras sus citaciones, había dudas de que el instructor pudiese enviar al exministro y a su asesor a prisión, al igual que lo está Cerdán. Sin embargo, Puente no considera que exista un riesgo de fuga lo suficientemente elevado como para privarles de libertad. En el caso de Cerdán, el argumento del magistrado es que existen sospechas de que fuera él quien se encargaba de negociar con los empresarios favorecidos con contratos públicos la cantidad de la mordida y de recaudar, lo que, a juicio del juez, implica que solo él sabe quiénes son los corruptores y por tanto en libertad podría intentar manipular sus testimonios.
Las acusaciones populares intentaron que Ábalos y García acabaran entre rejas pero tanto la Fiscalía Anticorrupción como el juez se negaron. En el auto por el que Puente rechazaba tal medida, aprovechó para mostrar su “estupor” por el hecho de que Ábalos siga ostentando su condición de diputado y pidió una reflexión al legislador para que una persona imputada por graves delitos, aunque esté en libertad, pueda ejercer esa función.
Esta reflexión lanzada por el magistrado en su resolución ha levantado bastantes críticas parlamentarias por entrometerse en el ámbito legislativo. Ahora, en su escrito de defensa, Cerdán aprovecha este tsunami contra Puente para decir en su escrito de petición de libertad que su imputación provocó que él dejase el escaño y eso ha conllevado a que el Gobierno no pueda sacar adelante sus iniciativas legislativas.
“Siguiendo el hilo de hechos objetivos, podemos afirmar a estas alturas lo siguiente: al imputar a Santos Cerdán esta causa especial provocó su dimisión como diputado y por lo tanto la modificación de la configuración del Congreso de los Diputados. Desde que Cerdán no está en el Congreso, el gobierno no consigue tirar adelante la mayoría de votaciones en la cámara baja. Todo ello es demostrativo que quizás no hay tantas personas 'que puedan encontrarse en la misma línea de actuación política que Cerdán', como decía el auto de 18 de septiembre que denegaba la petición de libertad”, sostiene su defensa.
No obstante, cuando Cerdán dejó su escaño fue sustituido por Iván Cacho, del PSN, por lo que en número de votos no ha habido alteración alguna.
El exdiputado socialista insiste que “esta causa ha tenido y sigue teniendo un importante impacto en la actividad del poder legislativo y de la estabilidad del Gobierno central”, dejando entrever la influencia que está teniendo la instrucción en el Ejecutivo.
En su última resolución contra la libertad de Cerdán, el magistrado del Supremo ya explicó que todavía está pendiente que llegue el informe patrimonial de la UCO sobre sus cuentas bancarias, además de seguir buscando dónde pudo esconder el dinero. El exdiputado defiende que él no ha manejado dinero ilícito y por tanto no tiene nada escondido. En un auto, Puente ya adelantaba que esperaba que su puesta en libertad pudiera ser lo antes posible, cuando se pudiese garantizar el dinero e identificar a otros posibles corruptores, que habrían pagado 'mordidas' a cambio de contratos públicos.
Respecto del dinero, la defensa de Cerdán alega que ”si aquellos que tienen contactos internacionales, posibles cuentas con terceros y la posibilidad de disponer de dinero todavía no hallado por la investigación no son objeto de prisión provisional por riesgo de destrucción de esas fuentes de prueba, mucho menos quien no tiene acreditada la existencia de cuentas de terceros ni contactos internacionales ni se le ha hallado a pesar de los meses de investigación cantidad de dinero alguno, merece la adopción de la prisión provisional para proteger la investigación”.


