La dirección nacional del PP no esperaba los últimos movimientos de algunos miembros del partido en la Comunidad Valenciana para desbancar a Carlos Mazón ni tampoco han gustado. En Génova, sede central del partido, se había asumido que Mazón tenía que dar explicaciones en las próximas semanas con comparecencias en las Corts Valencianes y el Senado y, a partir de ahí, se valoraría qué pasos dar. Sin embargo, ahora, en la dirección nacional se ha asumido que debe activarse un proceso de transición para sustituir a Mazón en la presidencia de la Generalitat Valenciana y en la dirección regional del partido. Pero esta solución se quiere que sea pactada con el propio president y que no ahonde más en la crisis que sufre la marca en la Comunidad Valenciana a causa de la gestión de la dana que provocó 229 muertos.
“No podemos actuar ni precipitadamente ni al margen de lo que quiera hacer Mazón”, señalan fuentes de Génova que subrayan que cualquier alternativa debe pasar necesariamente porque el president mantenga su condición de aforado. De lo contrario, corre el riesgo de ser citado como imputado por la jueza instructora de Catarroja que está acotando, cada vez más, la investigación sobre lo que hizo el president ese día. La periodista con la que comió, Maribel Vilaplana, declarará mañana en el juzgado y se le preguntará sobre horarios, lo que se habló y sobre lo que le transmitió el jefe del Consell.
Con todo, desde Génova no se contempla que se convoquen elecciones anticipadas, pues se observa como un enorme riesgo para el PP valenciano en el actual momento. Se quiere, bien al contrario, ganar tiempo para que el partido recupere fuelle de cara al 2027. No obstante, en el análisis que hacen, tan solo preocupa electoralmente la demarcación de Valencia: creen que el partido sigue “muy fuerte” en Alicante y Castellón. La solución podría pasar por la dimisión de Mazón y la convocatoria de una nueva investidura que elevara a la presidencia de la Generalitat Valenciana a otro diputado o diputada, seguramente a su persona de confianza Juanfran Pérez Llorca, que es síndic del PP. En este caso, Mazón podría seguir siendo miembro del Parlament mientras otra persona ocupa su lugar. El problema es que esta solución precisa del apoyo de Vox, partido al que le sonríen las encuestas publicadas ante un próximo combate electoral en Valencia. Y que de seguro aumentaría las exigencias para permitir la sucesión de Mazón.
La dirección popular no desea una convocatoria electoral anticipada en la Comunidad
En Génova, por esta razón, ha generado malestar el movimiento de los presidentes provinciales del PP valenciano. En una reunión celebrada el viernes estos, junto a Juanfran Pérez Llorca, acordaron elevar a Génova el nombre del presidente de la Diputación Provincial de Valencia, Vicent Mompó, como la persona de consenso. El problema es que Mompó no es diputado autonómico y su ubicación como alternativa exige celebrar un congreso regional y convocar elecciones, justo lo que la dirección nacional quiere evitar en estos momentos. Además, fuentes del PP valenciano interpretan que este movimiento, que acelera el debate sucesorio, persigue también evitar que Génova apueste por la alcaldesa María José Catalá, que también es diputada autonómica, y que es la preferida por Alberto Núñez Feijóo. Catalá es la mejor valorada en todos los sondeos para ser la sustituta de Mazón, aunque ella siempre ha rechazado la posibilidad de dejar la alcaldía de València.
El movimiento de los presidente provinciales generó ayer una tormenta orgánica en el PP valenciano. Varios diputados autonómicos trasladaban, veladamente, que el movimiento era precipitado en la medida que, de momento, Mazón aún no ha decidido qué quiere hacer ni cuando, a pesar de la enorme presión sobre su persona. Fuentes próximas al president señalaron a este diario que su agenda para los próximos días se mantiene; y esta incluye la remodelación de su ejecutivo por la salida, pactada, del vicepresidente para la reconstrucción, Francisco Gan Pampols. Lo que sí apuntaban estas fuentes es que la remodelación será mínima, y seguramente contemplaría solo la sustitución de Gan Pampols o algún pequeño movimiento más. Fuentes de Génova están también pendientes de esta remodelación pues se quiere saber qué quiere hacer el president, e incluso se le han hecho sugerencias antes de ejecutarla.
Las únicas certezas son que Carlos Mazón no va a optar a la reelección y que su futuro pasa por abandonar la presidencia de la Generalitat y del partido. Sobre los tiempos, las prisas que se detectan en Valencia no son, de momento, las que se transmiten desde Génova. Otra certeza es que Feijóo volvió el miércoles a Madrid tras el funeral con la decisión tomada de iniciar el proceso de relevo del president impactado por la reacción de los familiares de las víctimas. No obstante, también es cierto que, en Génova, hay dirigentes que creen que tampoco se puede convertir a Mazón en un nuevo “Paco Camps o Rita Barberà” y que salga como “apestado” del partido mientras el Gobierno del PSOE sigue sin “asumir las responsabilidades en la gestión de la dana”.
Malestar en Génova con el movimiento del partido en Valencia para desbancar al president por Mompó
La rebelión de los presidentes provinciales ha provocado también inquietud en otros cargos del PP valenciano que temen que esta pueda abrir una batalla orgánica aún sin celebrarse el congreso regional, que no tiene fecha. Mazón, mientras, medita qué hacer y cuándo concretar una solución que tanto el PP valenciano como la dirección nacional esperan que no se demore en el tiempo.
