Abascal decide

Alberto Núñez Feijóo no quería la dimisión de Carlos Mazón. Buscaba una solución pactada con el ya expresident para que no se volviera a presentar a las elecciones de 2027 y encontrar en estos meses un candidato de consenso sin llegar a intervenir en las decisiones del PP valenciano.

El presidente de Vox, Santiago Abascal, en declaraciones a los medios en Plasencia (Cáceres)

El presidente de Vox, Santiago Abascal, en declaraciones a los medios en Plasencia esta semana

EUROPA PRESS / Europa Press

Como antiguo barón no quería entrometerse y prefería dar libertad de elección a la dirección autonómica. Pero en cuestión de días la situación ha dado un giro de tal dimensión que finalmente será Santiago Abascal, quien acabe dictaminando el futuro político de la Comunitat Valenciana. O habrá elecciones a partir de marzo o un nuevo presidente deberá aceptar las condiciones y exigencias impuestas por Vox, que no serán pocas.

Quizás Vox no esté para “marear la perdiz”, pero tiene claro lo que quiere y a dónde quiere llegar

El partido de Abascal no ha dudado en Extremadura ante la convocatoria de elecciones. Las amenazas de María Guardiola de llamar a las urnas de poco sirvieron y ya se verá lo que ocurre en Aragón que puede seguir la misma senda. En este contexto, Vox quiere dejar bien atados los acuerdos que suscribió con Mazón tal y como explican hoy Enric Juliana y Javier Gallego. Ese es el mínimo que ponen sobre la mesa para empezar a negociar el candidato de consenso entre las dos formaciones. Feijóo ya no podrá decidir solo; sí o sí deberá pasar por el cribaje de Abascal.

Lo que ocurre ahora en la Comunitat Valencia puede ser un precedente de lo que pase en un futuro en Extremadura y también en unas elecciones generales. El PP podría necesitar el concurso de Vox para alcanzar la presidencia del Gobierno, si no obtiene la mayoría absoluta. Los votos de la extrema derecha a una posible investidura podrían ser determinantes.

De momento, la formación de Abascal no se sitúa en este escenario, no han tomado ninguna decisión al respecto. No espera que los comicios se adelanten como ansía Feijóo. Aznar ya le ha recomendado paciencia ante una eventual moción de censura: “si no hay materiales habrá que esperar a las elecciones”.

Llegados a esta situación, las condiciones que le pueda imponer Vox al PP para alcanzar la presidencia del Gobierno central se pueden asemejar mucho a las exigencias planteadas para escoger a un candidato a les Corts Valencianas y eludir los comicios: incidir en las políticas del campo, en el control de la inmigración e influir en la educación en las escuelas...

El PP apela a la responsabilidad de Vox y a la urgencia de la reconstrucción, pero Vox está al alza y los sondeos le sonríen. Quizás no esté para “marear la perdiz”, como dijo ayer el portavoz del PP, Miguel Tellado, pero tiene muy claro lo que quiere y a dónde quiere llegar.

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