La actual directora del Centro Nacional de Inteligencia, Esperanza Casteleiro, ha reconocido ante la jueza que los servicios de inteligencia espiaron los teléfonos móviles de los líderes de la Assemblea Nacional Catalana (ANC), Jordi Sànchez y Elisenda Paluzie, en 2019 y 2020. La jefa de los servicios secretos ha sido citada en calidad de testigo ante el juzgado de instrucción 23 de Barcelona para que aclarara si los líderes de la entidad independentista fueron objeto de una infección mediante el programario Pegasus y si esta actuación estuvo amparada por el Tribunal Supremo, órgano encargado de dar el visto bueno a operaciones secretas.
El expresidente de la ANC Jordi Sànchez, a su salida este sábado de la cárcel de Lledoners el 25 de enero de 2021 para disfrutar de su primer permiso de 48 horas, tras llevar en prisión 830 días
Durante su comparecencia, Casteleiro ha reconocido que hubo espionaje a Sànchez y Paluzie entre 2019 y 2020 y que este estuvo amparado por el Tribunal Supremo. Ha aludido a dos autos del Alto Tribunal desclasificados en los que se justifican las intervenciones de las comunicaciones de los líderes de la ANC porque “había un riesgo con los objetivos que le marcó el Gobierno”, según han explicado fuentes próximas al caso.
“Había un riesgo con los objetivos del Gobierno”, ha explicado la jefa del CNI
La jefa de la inteligencia española ha iniciado su intervención aclarando que puede dar estos detalles porque el Consejo de Ministros la ha autorizado a desvelar información clasificada, acogiéndose al derecho de reserva que permite desvelar información confidencial protegida por la Ley de Secretos Oficiales. Casteleiro ha detallado que el Tribunal Supremo autorizó “suspender temporalmente los derechos de privacidad” de los líderes independentistas durante ese periodo. Ha explicado que el auto dictado por el Supremo se refería a la “interceptación de los teléfonos móviles” y no ha aclarado si los terminales de los afectados fueron infectados con el programario Pegasus o mediante pinchazos telefónicos. De hecho, ha asegurado que el auto del Supremo no aclaraba cómo debía hacerse esta incursión en sus móviles.
El Consejo de Ministros desclasificó la semana pasada una parte de los documentos reservados relacionados con este espionaje y a esto se ha ceñido Casteleiro. La jefa de la inteligencia española, sin embargo, no ha aclarado si Jordi Sànchez fue espiado también desde 2015. Un informe pericial de los Mossos indicó que el teléfono del entonces líder de la ANC fue infectado entre septiembre de 2015 y julio de 2020, estas últimas, cuando estaba disfrutando de un permiso penitenciario y mientras participaba en reuniones para la fundación del nuevo partido de Junts per Catalunya.
Al ser preguntada por el espionaje de este periodo anterior, Casteleiro ha dicho que no podía responder porque no estaba autorizada. Según el informe de los Mossos, la mayoría de ataques que recibió el terminal de Sànchez fueron entre septiembre de 2015, cuando fue elegido secretario general de la ANC, y octubre de 2017, durante los preparativos del referéndum. El informe también indicaba que se produjo extracción de información entre septiembre y el 13 de octubre de 2017, cuando ingresó en prisión.
La ANC interpuso una querella en mayo de 2022, por el espionaje a sus dirigentes después de que un informe de Citizenlab estableció que Paluzie fue objeto de cuatro ataques y una infección probada entre 2019 y 2020, mientras que el móvil de Sànchez fue atacado 26 veces entre 2015 y 2017 y hubo cuatro infecciones probadas. Además, los secretarios nacionales de la entidad, Sònia Urpí, recibió dos ataques con SMS en junio de 2020 y una infección probada, mientras que Adrià Bayé recibió un SMS malicioso en 2020.

