A veces basta un saludo breve para que el tiempo se detenga, la infancia vuelva y el corazón se acelere como entonces. Ha ocurrido esta semana en la cuenta de TikTok Somos de los 90s, donde Sergio Martín Flecken, uno de los integrantes del mítico grupo Bom Bom Chip, ha reaparecido tras décadas de silencio. Con una sonrisa intacta y el mismo carisma juvenil, Sergio saludó con naturalidad a quienes aún recuerdan su voz y su flequillo como si fuera ayer.
“¡Hola! ¿Qué tal? ¡Muy buenas! Soy Sergio, de Bom Bom Chip. Algunos me recordaréis por la canción de la Fruta fresca, que se hizo famosa en los 90s. Pasaba por aquí para mandar un saludito y un fuerte abrazo a todos los seguidores de Somos de los 90s”.
Y con eso bastó para desatar una oleada de comentarios emocionados, corazones desbloqueados y recuerdos en estéreo. “¡Mi primer crush!”, “Sigo escuchándoos a mis 35 años”, “¡Crecí con vosotros!”… Las respuestas, llenas de cariño y euforia, retratan a quienes vivieron su infancia al ritmo de aquellas letras pegadizas que no pretendían cambiar el mundo, pero que lo hicieron mejor.
El fenómeno infantil que conquistó los 90
'Bom Bom Chip' fue un fenómeno musical infantil que marcó a toda una generación
Bom Bom Chip nació en 1992, cuando un grupo de niños con talento, energía y desparpajo fue reunido para formar una banda dirigida al público infantil. Eran Sergio Martín, Rebeca Marcos, Cristina Hervás, Estela Sala y José Luis Cid, y no tardaron en colarse en todas las casas de España con temas como Multiplícate por cero, A mamá le falta un tornillo, Fruta fresca o la versión de Chas y aparezco a tu lado.
Llevaban ropa colorida, hacían coreografías imposibles para la época y tenían una actitud luminosa, contagiosa. Sus discos se vendieron en cassette, vinilo y CD, sus vídeos llenaban programas como Club Disney o Megatrix, y en 1995 incluso protagonizaron una película, El niño invisible, una aventura infantil de viajes en el tiempo dirigida por Rafael Moleón. No había fiesta sin una canción suya en bucle. Aquel fenómeno, aunque breve —hasta 1996—, marcó a una generación entera… y aún hoy su eco resuena con fuerza.
En apenas unas horas, el vídeo de Sergio en TikTok ha reunido miles de visualizaciones y comentarios cargados de ternura. Lo que muchos pensaban olvidado ha vuelto con fuerza: “Tenía el vinilo... Madre del amor hermoso, si suena viejuno esto”, decía una usuaria entre risas. “Qué ilusión!!! Sergio, eres mi primer crush, enamoradiiiisima estaba. ¿Qué ha sido de tus compis?”, preguntaba otra.
Porque eso también ha reavivado la curiosidad: ¿qué fue de los demás Bom Bom Chip? Algunos se alejaron del foco mediático, otros siguieron en el mundo del espectáculo durante un tiempo, y varios, como Sergio, optaron por un camino más discreto. Aunque alejado de los escenarios masivos, hoy sigue vinculado a la música como guitarrista freelance —así lo indica en su perfil de Instagram, donde se presenta con sencillez: “En el trabajo ofrezco mi cariño, no mi trabajo”. Pero todos, sin excepción, dejaron una huella indeleble en una generación que aprendió con ellos a cantar, a bailar, a divertirse… y a vivir su primera nostalgia musical.
Quizá Sergio no imaginaba que unas pocas palabras grabadas con el móvil iban a generar tanto revuelo. Pero hay recuerdos que laten agazapados y que basta con una chispa para que estallen en forma de sonrisa. La reaparición no solo ha traído emoción: ha sido un reencuentro íntimo con el pasado, con esa parte de nosotros que aún conserva el radiocassette rosa entre las manos, mientras soñábamos con ir “al laberinto donde todo puede ser” para “viajar al pasado o al futuro alguna vez”.
Y sí, lo admitimos sin rubor: en más de una carpeta de clase vivió pegada la foto de Sergio (¡culpable!), y no faltó quien colgara el póster del grupo junto a la cama (¡culpable x2!). Porque también fuimos eso: niñas con crush, coreografías imposibles y un universo entero —lleno de ritmo, color y sueños— metido en un cassette.