Una publicación en TikTok se ha viralizado por su dura crítica a dos jóvenes que, de viaje por China, se graban mientras se burlan abiertamente de la población local. El usario @Nil_Xia, en un tono firme pero reflexivo, denuncia la actitud de estos turistas que “lo primero que hace es reírse de la gente, llamarle yegua a las mujeres, faltarle respeto a personas mayores”. Todo ello, con la aparente intención de entretener a sus seguidores.
El vídeo no tarda en calificar el comportamiento como algo más que simple humor de mal gusto. “Eso no es humor, es machismo, es clasismo, es violencia pasiva grabada para generar likes, ¿vale?”, denuncia con claridad. La crítica pone el foco en una tendencia cada vez más común en redes: disfrazar de comedia lo que en realidad es una falta de respeto sistemática hacia otros.
Una de las claves del análisis es el uso del idioma como forma de escapar a las consecuencias. “Y claro, lo dicen todo esto en español como si eso les diera impunidad”, explica Nil.
Lejos de limitarse a señalar el caso concreto, el vídeo invita a una reflexión más amplia sobre cómo actuamos al salir de nuestro entorno. “No estás en tu barrio, no estás en tu casa”, recuerda. La crítica subraya que viajar no otorga carta blanca para imponer códigos propios ni justificar comportamientos que, en otras circunstancias, serían considerados inaceptables.
@Nil_Xia
“Eso no es humor, es machismo, es clasismo, es violencia pasiva grabada para generar likes, ¿vale?”
El discurso pone especial énfasis en la importancia de la empatía, sobre todo en contextos culturales ajenos. “Estés donde estés, la educación es universal”. La publicación insiste en que el respeto por los demás debería ser un valor constante, más aún cuando se interactúa con culturas que no se comprenden del todo.
El cierre del vídeo sentencia a los dos usuarios criticados: “Si tu contenido es reírte de los demás, entonces tú no eres creador de contenido, sino que eres creador de basura digital”. Una frase directa y contundente que ha resonado entre miles de usuarios. “Y todo esto te lo digo para que me entiendas en tu propio idioma”, concluye, reforzando el mensaje de que no se trata de una diferencia cultural, sino de una cuestión de principios básicos de respeto.