Mucho antes de que las grandes cadenas comerciales, las campañas de marketing en redes sociales o los influencers lo convirtieran en un fenómeno global, el Black Friday nació con un sentido muy distinto al actual.
Su origen se sitúa en la década de 1960 en Filadelfia, cuando la jornada siguiente al tradicional Día de Acción de Gracias provocaba un colapso total en las calles norteamericanas.
¿Por qué se llama Black Friday?
La policía local utilizó entonces la expresión Black Friday para describir el caos de tráfico y las multitudes que abarrotaban la ciudad. No era un término pensado para fomentar compras, sino una queja ante el desorden generado por los primeros compradores que aprovechaban el día libre para adelantar sus compras navideñas.
Con el paso del tiempo, el comercio estadounidense vio potencial en aquella fecha marcada en negro. En los años 80, los comerciantes reinterpretaron el término para dotarlo de un enfoque más optimista: aseguraron que “negro” no aludía al caos, sino a los beneficios.
Black Friday
Con esta perspectiva, las ventas del día permitían a los negocios pasar de los números rojos a los “números negros” en sus libros de contabilidad, iniciando oficialmente la temporada de compras navideñas. Fue una maniobra que funcionó, ya que lo que había nacido como una etiqueta policial se transformó en un boom comercial.
La explosión internacional del Black Friday no llegó hasta la era de la globalización y, sobre todo, con la expansión del comercio electrónico. Las rebajas dejaron de concentrarse solo en las tiendas físicas y se multiplicaron en el entorno digital, ofreciendo descuentos masivos a cientos de millones de consumidores.
La llegada del fenómeno a España
España no fue ajena al movimiento: su primer Black Friday de impacto se celebró en 2010, impulsado por Apple, y desde entonces la fecha se ha consolidado como el mayor evento de compras online del año. Hoy, numerosos consumidores utilizan esta jornada para anticipar los regalos de Navidad y amortiguar la “cuesta” económica de diciembre.
Según el BCG Black Friday Consumer Study, elaborado por Boston Consulting Group, el 79% de los españoles prevé realizar compras durante esta campaña, cuatro puntos más que en 2024. Además, el 81,9% asegura que aprovechará los descuentos para adelantar los regalos navideños, con un gasto extra estimado de 140 euros respecto a quienes no participan en la cita.
El estudio también destaca que más del 96% de los usuarios conoce el Black Friday, y que un número creciente recurre a la inteligencia artificial generativa para comparar precios y seleccionar productos.
El informe revela una mayor sensibilidad a los precios: el 81% expresa preocupación por el encarecimiento de los bienes básicos y el 71% teme nuevas subidas derivadas de aranceles. Aun así, el 64% planea comprar regalos, el 56% adquirir artículos esenciales y un 25% centrarse únicamente en productos personales.

