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La célebre frase ‘Roma no paga traidores’ nació en Zamora y no en la antigua Roma: el sorprendente origen de un mito

Curiosidades

Desde la cuenta de @mitosymentes hablaron sobre cómo el origen de esta célebre frase nace en lo que hoy en día es Zamora

Qué significa la expresión “quemar los barcos” y porque tiene un origen erróneo

La Fontana di Trevi, en Roma

La Fontana di Trevi, en Roma

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Pocos saben que una de las frases más célebres de la historia, atribuida a la poderosa Roma, nació en realidad en las tierras de Zamora, donde la traición y el honor se enfrentaron hace más de dos mil años. 

Conocida en latín como Roma traditoribus non praemiat, esta expresión advierte sobre la falta de recompensa para quienes actúan con traición y se ha convertido en un adagio que trasciende épocas y fronteras, aplicándose tanto a la política como a las relaciones personales. Según el perfil de TikTok, @mitosymentes, su origen se remonta a más de 2.000 años en territorio hispano.

Viriato, el gran protagonista

La historia se sitúa en la resistencia lusitana contra Roma, liderada por Viriato, un pastor convertido en caudillo que durante ocho años logró mantener a raya al ejército romano mediante emboscadas y estrategias militares eficaces. Su lucha convirtió a Viriato en un símbolo de orgullo para Hispania y una verdadera pesadilla para Roma. 

Desesperados por acabar con su resistencia, los romanos sobornaron a tres de sus hombres de confianza, quienes lo asesinaron mientras dormía, esperando recibir una recompensa por su traición.

Plaza de Viriato, Zamora
Plaza de Viriato, ZamoraMiquel Galceran

El procónsul Quinto Servilio Cepión, responsable de las tropas romanas en la región, se negó a gratificar a los traidores. Según la tradición relatada por cronistas como Apiano, Cepión pronunció la frase que pasaría a la historia: “Roma no paga traidores”. 

Aunque no se encuentra registrada de manera literal en los documentos clásicos, la narrativa sugiere que los hombres recibieron un pago parcial, lejos de la compensación esperada, dejando claro que Roma no reconocía la deslealtad como mérito.

Además del relato legendario que vincula Roma no paga traidores con Viriato y su traición, la figura del caudillo lusitano y el contexto en el que se sitúa este episodio cuentan con investigaciones arqueológicas e historiográficas que ayudan a situar estos hechos en el paisaje de la Hispania prerromana.

El Coliseo de Roma
El Coliseo de RomaExoticca

Estudios que analizan yacimientos del periodo de la Beturia céltica y Lusitania, donde Viriato realizó gran parte de sus actividades militares y económicas, exploran evidencias materiales y estructuras defensivas que documentan la presencia y resistencia de comunidades indígenas frente a Roma, complementando las fuentes clásicas grecorromanas sobre el conflicto lusitano.

Estas investigaciones, aunque no preservan inscripciones literales de la célebre frase, demuestran que hubo una intensa actividad guerrera y sociopolítica en el noroeste de la península durante los siglos II y I a. C., periodo en el que se encuadra la muerte de Viriato y la supuesta respuesta del procónsul Quinto Servilio Cepión a los traidores Audax, Ditalco y Minuros.

Hoy en día, la expresión sigue siendo un referente cultural que alerta sobre las consecuencias negativas de la traición. Se utiliza para señalar que la deslealtad rara vez produce resultados favorables y resalta la importancia de la ética y la lealtad en cualquier ámbito de la vida.

Desde la política hasta los entornos laborales o personales, la frase advierte que los actos de traición, aunque puedan parecer ventajosos a corto plazo, generan decepción y conflictos a largo plazo.