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Teo Tinivelli, sobre el origen de soplar las velas en los cumpleaños: “En el pasado, al apagar el fuego se generaba humo y así se le mandaba el mensaje a los dioses”

Curiosidades

El creador de contenido argentino habló sobre cómo nació de esta costumbre instaurada en el mundo entero

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Teo Tinivelli, sobre el origen de soplar las velas en los cumpleaños

Teo Tinivelli, sobre el origen de soplar las velas en los cumpleaños

En cada cumpleaños, todos esperan el momento de soplar las velas. Pero, ¿alguna vez te has preguntado por qué lo hacemos? ¿De dónde viene esta tradición? Teo Tinivelli, creador de contenido argentina y a modo de anécdota, habló sobre el origen de esta costumbre donde nuestros deseos se ligan con los dioses desde tiempos inmemorables. 

Antaño, el fuego y el humo eran vistos como medios sagrados para comunicarse con los dioses. “La mayoría de la gente no sabe por qué soplamos la velita en los cumpleaños para que se nos cumplan los deseos”, señaló y explicó que se trata de algo más profundo que simplemente apagar una llama.

El humo, un puente hacia la divinidad

Según Tinivelli, soplar la vela en los cumpleaños es un acto cargado de simbolismo, más allá de la simple tradición: “Cuando apagabas el fuego, generaba humo y ese humo mandaba el mensaje a los dioses, lo recibían y cumplían tu deseo”. 

En esa visión, el acto de soplar para generar humo era central, ya que se creía que ese humo actuaba como un puente entre los deseos humanos y el mundo divino. Esta interpretación da un significado antiguo a una práctica que hoy se vive, sobre todo, como un momento de celebración y suerte personal acompañado de tus seres queridos. 

Históricamente, algunas tradiciones europeas utilizaban velas en contextos rituales. Por ejemplo, en la antigua Grecia se colocaban velas en pasteles dedicados a Artemisa, diosa de la luna, y se soplaban para que el humo transportara peticiones a la deidad. 

Aunque no existen documentos que vinculen directamente estas prácticas con los cumpleaños tal y como los conocemos hoy, la idea de que el humo actúa como medio de comunicación espiritual sí aparece en múltiples rituales ancestrales, lo que apoya la explicación simbólica que ofrece Tinivelli como una de las posibles raíces culturales de la tradición moderna.

Una niña soplando sus velas en el día de su cumpleaños
Una niña soplando sus velas en el día de su cumpleañosGetty Images/iStockphoto

Desde un punto de vista antropológico, investigadores como Jack Goody han señalado que los rituales alrededor del fuego y el humo han sido recurrentes en distintas sociedades para marcar momentos de paso, pedir protección o bienestar, o conectar con lo sagrado. 

El académico describe cómo en diversas culturas el humo de ofrendas era interpretado como portador de mensajes hacia el más allá o deidades, lo que coincide con la idea de que el acto de soplar velas no es meramente festivo, sino simbólico.

Un perro celebrando su cumpleaños con su dueña
Un perro celebrando su cumpleaños con su dueñaGetty Images

Además de la explicación de Teo Tinivelli sobre el origen ritual de soplar las velas, diversas investigaciones antropológicas muestran que el fuego y el humo han tenido un papel central en prácticas religiosas y ceremoniales a lo largo de la historia humana.

En antiguas tradiciones hindúes, el ritual del yajña implicaba ofrecer sacrificios al fuego para que el humo sirviera de mensajero hacia los dioses, llevando intenciones y oraciones a lo alto del cosmos (yajña representa ofrendas hechas al fuego con el objetivo de comunicarse con los devas).

La práctica de la capnomancia, una forma de adivinación por medio del humo, refleja cómo antiguas civilizaciones interpretaban el humo como portador de presagios y mensajes de lo espiritual.

Estos patrones rituales sugieren que la asociación entre el humo producido al apagar una llama y la transmisión de deseos “hacia arriba” tiene profundas raíces culturales, lo que da cierto contexto a la explicación común y tradicional de soplar velas en los cumpleaños.