Valls da la bienvenida al verano con un Sant Joan que mantiene todo el ritual y el corpus central histórico en una de las celebraciones del solsticio más tradicionales y populares de Catalunya. Uno de sus momentos más emotivos será la despedida de la actual Àliga de Valls. La estimada Àliga dirá adiós a la ciudad con un último baile en la Plaça del Blat por el Tomb del Poble, en una despedida por Sant Joan que iniciará ya la cuenta atrás con la vista puesta en la Candelera de 2026. Será entonces cuando Valls estrene la nueva Àliga que, coincidiendo con los 325 años de la tradición festiva de este elemento, reproducirá de manera fidedigna la figura que había salido hasta 1936.
El programa de la Festa Major de Sant Joan destaca por la variedad de propuestas y estilos del cartel de conciertos musicales y por abrir de nuevo la temporada castellera tradicional, con la primera actuación de los Xiquets de Valls en el Km0 de la Plaça del Blat.
“Castells” reales y virtuales
Esta primera gran jornada castellera de la temporada es una excusa perfecta para descubrir el Enxaneta 360º, la experiencia inmersiva castellera con gafas de realidad virtual del Museu Casteller de Valls. Se trata de una experiencia única que permite sentir el vértigo de los enxanetas al hacer la señal o las sensaciones de los castellers y castelleres cerca de la pinya o a la altura del tronc. Hasta ahora, ya se podían visualizar los dos 4 de 9 sense folre descargados por las colles de los Xiquets de Valls en la jornada histórica de Santa Úrsula de 2023, pero a partir de este mes de junio se incorporan seis castells más, todos de gama extra. Todas estas actuaciones se registraron en formato estereoscópico 3D con cámaras 360º. Las imágenes, de entre 8K y 10K de resolución, ofrecen una experiencia visual y sonora completa que permite vivir los castells como si se estuviera presente físicamente.

Festa Major de Sant Joan
Respirar Valls
Dicen que a la gente de Valls les gusta mirar al cielo, ya sea para admirar los castells, comer calçots, beber en porrón o para mostrar el campanario más alto de Catalunya. Pocas ciudades tienen una personalidad y una historia tan marcadas, con un patrimonio histórico imponente, además de capital cultural con fiestas y ferias de tanto renombre, como la Festa Major de Sant Joan o la Fira Exposició del Camp Català, la Firagost.

El Museu Casteller de Catalunya, en Valls, presenta numerosas novedades esta temporada, coincidiendo con la primera jornada ‘castellera’ de la temporada por la Festa Major de Sant Joan
Pero más allá de los tópicos, Valls es una ciudad para descubrir en muchos más aspectos. Quien quiera arrancar como es debido una ruta por la historia de la ciudad, no se puede perder la visita a la emblemática Plaça del Blat, epicentro de las grandes jornadas que protagonizan los Xiquets de Valls y sus dos colles, la Joves y la Vella.

Una oportunidad también de conocer los encantos de Valls, como el campanario de Sant Joan
Y de la tierra al cielo. Porque para descubrir Valls también se puede hacer admirando el campanario de Sant Joan. Es el más alto del país, con 74 m de altura. A sus pies, la iglesia arciprestal, una joya artística declarada Bé Cultura d’Interès Nacional, destaca por la gran nave, el altar y el retablo, pero también, hoy en día, por su órgano imponente, uno de los más altos de Europa.
Dicen que a la gente de Valls les gusta mirar el cielo, ya sea para admirar castells, comer calçots, beber en porrón o para mostrar el campanario más alto de Catalunya
Junto a Sant Joan está el call judío. La actividad comercial de Valls fue uno de los motivos principales que hizo posible la llegada de una destacada comunidad judía, con referencias documentadas que datan de 1277. Hasta la expulsión de los judíos no conversos, en 1492, la comunidad se instaló en diferentes callejones del barrio Antic que aún hoy conservan la estructura original del call. Toda una serie de atractivos, historia, fiestas populares, conciertos y castells, que hacen de Valls el lugar perfecto para comenzar el verano.