Situada en la comarca del Ripollès, Vall de Núria abre un singular centro de alta montaña donde la actividad deportiva -con cimas de 3.000 metros como telón de fondo-, la relajación y la desconexión son sólo el principio de la aventura natural.
La estación pirenaica, propiedad de FGC, se convierte en un referente de la preservación medioambiental. Abierta todo el año, ofrece un espacio natural sin la circulación de coches. Y es que la única vía de acceso es el histórico tren cremallera desde 1931. También son muchos los montañeros que acceden a pie por el sendero ‘Camí Vell de Querlabs’, además de puerta de acceso a travesías de alta montaña.
El legendario tren cremallera de la Vall de Núria es el único medio de transporte hasta la estación de FGC
Tren Cremallera de la Vall de Núria
Único medio de transporte desde 1931
Puerta de entrada del Parc Natural de les Capçaleres del Ter y del Freser, el legendario tren cremallera de la Vall de Núria es el único medio de transporte hasta la estación de FGC. Accesible sólo a pie, el tren vio la luz en marzo del 1931 debido al aumento de peregrinos al Santuario de Núria y al crecimiento de los deportes de invierno.
El remonte, que transporta casi a 300 mil visitantes cada año, completa un trayecto de 40 minutos por un recorrido de 12,5 Km y más de 1.000 metros de desnivel. Se trata de un sostenible medio de transporte, ya que evita las emisiones de CO2 a la atmósfera, dado que su consumo proviene de la energía solar.
En Vall de Núria, el esquí, las actividades en plena naturaleza, el ocio familiar y la relajación son las protagonistas cada fin de semana. El centro invernal, que ofrece el paquete de Cremallera y forfait integrados, contempla igualmente las excursiones en raquetas de nieve. Coincidiendo con luna llena, este sábado tendrá lugar una salida nocturna guiada. Con salida del tren cremallera a las 16,30 horas, la actividad dará comienzo a las 18 horas desde la escuela de esquí. Y como colofón, la velada concluirá con una cena buffet en el hotel de Vall de Núria y vuelta con el tren a las 22,30 horas.
Y mientras los peques disfrutan del Parc Lúdic y el Cau de la Marmota -con trineos, tirolinas y fiestas infantiles cada fin de semana-, las visitas al Santuario, los caminos naturales en el entorno idílico y los servicios de relajación, incluyendo los masajes, pondrán punto y final a un fin de semana de paz y desconexión.