La fiesta del caracol que pone las miradas en Lleida
Cita popular
Los Camps Elisis de Lleida volverán a acoger del 23 al 25 de mayo el Aplec del Caragol, el multitudinario encuentro que ha elevado a este molusco terrestre a la categoría de producto gourmet
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Los caracoles son los protagonistas de esta gran fiesta, donde se cocinan de múltiples formas, aunque las más habituales son ‘a la cassola’ o ‘a la gormanta’
Hace más de cuarenta años que se celebra el Aplec del Caragol, la fiesta más multitudinaria en torno a este producto a veces denostado fuera de las fronteras de Lleida. Lo que empezó siendo un improvisado encuentro entre amigos para devorar este molusco terrestre y pasar un buen rato junto al Segre, ha terminado siendo una gran celebración a la que pueden llegar a asistir 200.000 personas, entre miembros de peñas e invitados.
Todo se gestó un fin de semana de mayo, en 1980. Unos vecinos se citaron en el río. Comenzaron siendo nueve peñas, a los tres años ya eran cien…“Creció muy rápido. Ahora, somos 121 colles, con 17.000 integrantes, que pueden engullir hasta quince toneladas de caracoles”, afirma Ferran Perdrix, presidente de la Federación de Peñas del Aplec del Caragol (Fecoll).
“Veníamos de donde veníamos, de unos tiempos en que las fiestas eran muy cerradas, y este encuentro no entendía de distinciones. Era bienvenido tanto el notario como el barrendero. Todos podían pasarlo bien”, recuerda Xavier Pérez, presidente de honor de la Fecoll.
Este año se espera que entre miembros de peñas e invitados se lleguen a alcanzar los 200.000 visitantes
Con las devastadoras riadas que se produjeron en los 80, se decidió trasladar el encuentro a los Camps Elisis, donde se ha celebrado hasta ahora. Pero, recientemente, el Ayuntamiento de Lleida ha anunciado que en un futuro piensan trasladarlo al nuevo recinto ferial. Sea como fuere, L’Aplec del Caragol cumple este año nada menos que 43 años —serían 45 si hace un lustro un fastidioso virus no hubiera obligado a paralizarlo todo…—, y atrae a visitantes de todo el mundo. “A los asiáticos les encanta. Por su cultura, son de mente más abierta y succionan las cáscaras de los caracoles sin temor”, explica Perdrix.
La versatilidad de este producto que poco a poco se va revalorizando permite cocinarlo de múltiples formas, pero en el Aplec las más populares son a la cassola o a la gormanta. “Cada uno le pone sus hierbas y carnes favoritas. No hay una receta única”, revela Joan Gaya, presidente de Sogall, la peña con más integrantes de toda Lleida. Gaya explica que en su colla, que va equipada con camiseta blanca y delantal rojo y con rayas, pueden llegar a comerse 200 kilos de caracoles, que cocinan los mismos miembros. “Un par o tres de socios muy entregados a la causa se encargan de la cocina, pero hay algunas peñas que recurren a los caterings. Es mucho trabajo”.
Una de las peñas de l'Aplec del Caragol
Aparte de las cargolades, durante todo el fin de semana se cocinan otros platos tradicionales, que se combinan con más de un centenar de actividades, aptas para todos los públicos. “En nuestro caso se juntan tres generaciones. Los más veteranos pasan de los 80 y los más jóvenes son veinteañeros”.
Este año, en que la cita tendrá lugar del 23 al 25 de mayo, se esperan cifras récord. Pero sus organizadores dan más valor a que los visitantes disfruten que a los números. “Es una fiesta que tiene un componente cultural y gastronómico, pero no hay que olvidar que otro gran objetivo es juntarse, bailar y reírse. En definitiva, pasarlo bien”, concluye Gaya.
Un pícnic para redescubrir la huerta y el río
El Ayuntamiento de Lleida ha invitado a la ciudadanía a un pícnic multitudinario el próximo 29 de marzo, que se celebrará en el margen izquierdo del río Segre, entre la pasarela de Cappont y el puente de la avenida Estudi General. Lo ha hecho para reivindicar este espacio natural e identitario que forma parte de la trama urbana, y redescubrir la singular huerta leridana que envuelve la ciudad y cuya extensión alcanza las 19.000 hectáreas.
La actividad, que estará abierta a todo el mundo, nace con la intención de consolidarse en el calendario lúdicogastronómico de Lleida. Quienes decidan asistir podrán comprar por avanzado un ticket por diez euros, que incluye bolsa de picnic, vaso, bocadillo, degustación de llonganissa con samfaina y una fruta, entre otros.
Habrá espacios de degustación y bebidas muy ligados a la huerta leridana, en que no faltarán recetas como la catxipanda o los caracoles, además de productos locales y de calidad muy variados.
“Es una manera pública, inclusiva y festiva para llevar la huerta de Lleida, su gente, sus valores y su producto, al corazón de la ciudad”, señala el alcalde, Fèlix Larrosa.
La jornada acogerá actividades como una muestra y venta de productos, una exposición fotográfica y música para todos los públicos.