Pese a haber sufrido un 2024 plagado de siniestros graves medioambientales, que han significado un golpe para la industria aseguradora, sólo el 20 por ciento de los ejecutivos mundiales consideran que los riesgos climáticos y catastróficos son el principal foco de preocupación para sus empresas. Las catástrofes de la dana en España y los incendios en California no han sido suficientes para concienciar al grueso de ejecutivos. La explicación hay que buscarla en la incertidumbre económica mundial: el 73 por ciento de los directivos empresariales admite que el riesgo económico ha dejado en segundo plano la lucha por la sostenibilidad, según un informe elaborado por la multinacional Beazley con encuestas a 3.500 ejecutivos de Estados Unidos, Reino Unido, España, Francia, Alemania, Canadá y Singapur.
El sector de los seguros tiene un papel crucial a la hora de ayudar a las empresas a navegar por este acelerado panorama de riesgos. Con la mejora del análisis de datos, la cartografía de riesgos y la comprensión del riesgo climático, existe una oportunidad real de ayudar a las empresas con visión de futuro a comprender sus exposiciones y crear una mejor capacidad de recuperación.
Foco en España
La encuesta señala que en España el 87% de los ejecutivos de empresa creen que las compañías están preparadas para afrontar el riesgo medioambiental, una percepción demasiado optimista
Respecto a España, el 87 por ciento de los empresarios encuestados consideró que sus compañías estaban preparadas para afrontar riesgos medioambientales. El informe, no obstante, a tenor de los datos, considera que es una percepción desmesurada. La planificación debe realizarse más a largo plazo, ya que muchas empresas que antes no reservaban un capital de contingencia para riesgos medioambientales ahora deberán hacerlo para hacer frente a situaciones de emergencia inesperadas. De hecho, las empresas se enfrentan a costes elevados de responsabilidad civil, limpieza, interrupción de canales comerciales, entre otros.