Al contratar un seguro de hogar, una de las decisiones clave es fijar correctamente el capital por el que se asegura la vivienda. Es importante saber que declararla por un valor inferior para pagar una prima más baja conlleva riesgos importantes.
Este hecho se conoce como infraseguro. Significa que la suma asegurada es menor al valor real de la vivienda o de los bienes que contiene. Y sus consecuencias pueden ser notables: en caso de siniestro, la compañía no indemnizará el total de los daños, sino únicamente la parte proporcional.
Un ejemplo: imaginemos que una vivienda vale 200.000 euros, pero se asegura por 150.000. Eso supone que está cubierta al 75% de su valor real. Si se produce un incendio que causa desperfectos por 20.000 euros, la indemnización no será de esos 20.000, sino de 15.000 (el 75%). Es decir, el propietario tendría que asumir el resto.
Ejercicio a realizar
Lo más recomendable es calcular el valor de reposición: es decir, cuánto costaría reconstruir la vivienda y reemplazar los bienes en caso de pérdida
Para evitar estos desequilibrios conviene distinguir bien entre continente y contenido. El continente incluye la estructura de la casa —paredes, techos, suelos, instalaciones fijas, garajes o trasteros—, mientras que el contenido corresponde a los objetos que hay dentro, desde muebles y electrodomésticos hasta ropa, joyas o dispositivos electrónicos.
Asegurar por debajo del valor real tiene consecuencias.
Lo más recomendable es calcular el valor de reposición: es decir, cuánto costaría reconstruir la vivienda y reemplazar los bienes en caso de pérdida. En el caso del contenido, puede resultar muy útil elaborar un inventario detallado. Para el continente, el valor depende de los metros cuadrados y de las características constructivas, y nunca debe confundirse con el valor de mercado, que también incluye el precio del suelo y otros factores.
No obstante, la mayoría de las aseguradoras ante la dificultad que supone este cálculo incluyen capitales orientativos para garantizar que la vivienda esté correctamente asegurada ante cualquier daño cubierto.
Por otro lado, es importante revisar con cierta frecuencia la póliza. Reformas en la vivienda, una nueva cocina, un cambio de mobiliario o la compra de electrodomésticos pueden alterar significativamente el valor asegurado. Si no se actualiza, la protección podría quedarse corta.
En definitiva, ajustar bien las sumas aseguradas con la ayuda de la aseguradora y revisar periódicamente la póliza son las mejores garantías para contar con una protección adecuada.
------------------------
Sergio López es Director de Seguros de Particulares de Occident. Más información en www.occident.com
Envía tu consulta sobre hogar
Si tienes alguna duda sobre los servicios o cobertura de los seguros puedes escribir a [email protected] para que responda un experto.

