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Si 'Adolescencia' es lo mejor del Reino Unido, 'Dos familias' es lo peor

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¿Y si descubrieras que te intercambiaron a tu hijo al nacer?

Por suerte, 'Dos familias' solo tiene cuatro episodios.

Por suerte, 'Dos familias' solo tiene cuatro episodios.

ITV

En el Reino Unido están de enhorabuena. Adolescencia despierta tal obsesión por los planos secuencia y las problemáticas que aborda que da la sensación que Stephen Graham, en cierto modo, es el Mesías de la televisión de calidad. Su obra es muy característica de la ficción británica: realista, social, con físicos verosímiles y elementos de denuncia. Sin embargo, este éxito tampoco nos debe nublar la lista: en las islas británicas hay otras tradiciones televisivas y precisamente estos días se ha estrenado Dos familias, que representa las pulsiones más oscuras de esta misma industria.

Los Riley tienen una vida ideal. Quizá Pete y Maddie tienen problemas para pagar las facturas pero su humilde morada está cerca del mar, Maddie tiene un trabajo demandante como cocinera en un buen restaurante, ellos se quieren y tienen un hijo, Theo, al que quieren con locura. Esta felicidad se derrumba cuando el hospital les informa que Theo no es su hijo biológico y que llevan años con los hijos intercambiados con los Lambert, mucho más adinerados que ellos. ¿Cómo te enfrentas a la posible pérdida de un hijo cuando tienes el otro en manos de unos desconocidos?

A conocer el hijo biológico que el hospital te quitó por error (¿o no?).
A conocer el hijo biológico que el hospital te quitó por error (¿o no?).ITV

Si Adolescencia de Stephen Graham y Jack Thorne es la consagración estilística del drama criminal y social british, Dos familias es un clímax de la televisión de sobremesa: un thriller psicológico lobotomizado, escrito desde el mal gusto, sin nada que ofrecer salvo giros de guión. Tenemos un lugar común tras otro. Miradas sospechosas. Casas que rivalizan con las de Big little lies en cantidad de metros cuadrados de cristal. Una familia adinerada pero calculadora y monstruosa. Cantidades ingentes de gaslighting. Un cuerpo infantil flotando en el agua como anticipo de la tragedia.

De hecho, hay muchas, muchas situaciones que cuestan de sostener salvo porque toca rizar el rizo. Solo hay que ver cómo, por ejemplo, Pete tiene un tarro transparente lleno de ositos de goma de marihuana en casa. ¿Se supone que es un padre mínimamente funcional y no se le pasa por la cabeza que su hijo, de encontrar los ositos, querría tragárselos a puñados como las chucherías que son? Es extraordinario cómo Grace Offori-Attah, a partir de la novela de J.P. Delaney, encadena escenas manipuladoras y retorcidas una tras otra mientras se olvida del drama humano que tiene la trama.

Sería injusto decir que Dos familias, que emite Movistar Plus+, es la peor serie británica de la historia. Pertenece al mismo lodazal creativo que cualquier adaptación de Harlan Coben como esa putrefacta Engaños que arrasó en Netflix hace poco más de un año. Pero, si con Adolescencia tenemos la elevación de un muy buen drama criminal gracias a la técnica del director Philip Barantini, en Dos familias tenemos una tv-movie mala y alargada que se esfuerza tanto en impactar e incomodar al espectador que es bochornosa.

Pere Solà Gimferrer

Pere Solà Gimferrer

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