Es imposible no reírse con esta nueva comedia de Prime Video
Recomendación
‘Impostura’, creada y protagonizada por Benito Skinner, narra la experiencia universitaria con inteligencia y grosería
Benito Skinner es el protagonista y creador de la serie.
Hay momentos del año en los que, como espectador, cuesta encontrar una producción adulta e inteligente que entienda que escribir, rodar e interpretar comedia debe comportar una búsqueda de esa celebración de la alegría que es la risa. Estos días, en cambio, estamos de enhorabuena. No solo tenemos Hacks o The Studio en emisión, que posiblemente competirán por el Emmy a la mejor comedia en un duelo basado en la justicia cómica, sino que se acaba de estrenar una comedia tan imprevista como inteligente y grosera, que ayuda a segregar endorfinas. Es Impostura (Overcompensating), creada y protagonizada por Benito Skinner, un talento salido de redes como Instagram, Youtube y TikTok.
La serie se centra en Benny (Benito Skinner), que entendió su sexualidad durante una fiesta de pijamas en la infancia. Puso el DVD de George de la jungla y, en un acto reflejo, rebobinó cinco veces la misma escena: Brendan Fraser con un taparrabos y saltando de una liana a la otra. Pero, de la misma forma que quitó la película con hastío para disimular sus preferencias y encajar entre sus amigos, adoptó ese método de impostura para enfrentarse a su vida.
En el armario
Benny, al llegar a la universidad, continúa obsesionado con tener la aprobación de los hombres heterosexuales
Ahora que está en la universidad, donde hay alumnos que viven con libertad y sin problemas su homosexualidad, él continúa obsesionado (desde dentro del armario) con tener la aprobación de los compañeros que viven regidos por los códigos más heteronormativos.
Al conocer a Carmen (Wally Baram), Benny encuentra a la persona que necesita por las razones equivocadas. Ella también quiere ser popular después de que las circunstancias personales la convirtieran en una pringada en el instituto, una chica invisible que los demás ni procesaban en las fiestas. Ella también cree que debe tener sexo la primera noche si quiere ser invitada a las fiestas durante los próximos años, como le expone su nueva compañera de habitación, Hailee (Holmes).
Al intentar utilizarse el uno al otro, no se dan cuenta que han encontrado esa amistad especial que les ayudará a navegar la absurdez universitaria y que evitará que estén solos en este constante ensayo y error que es la juventud.
Skinner, con padrinos como Jonah Hill como productor ejecutivo y Charlie XCX como productora musical, encuentra el equilibrio entre un retrato cercano y empático de los personajes protagonistas con los gags más groseros y desternillantes. Aquí posiblemente hay que mencionar a Holmes como Hailee, que cada vez que abre la boca es para soltar comentarios sexuales totalmente desbocados, o la decisión de tener a la protagonista con un ojo con conjuntivitis durante todo el segundo episodio (y donde Wally Baram evidencia que será una fantástica protagonista con su talento por la comedia).
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También están las escenas más alocadas, que obligan a pensar en Ally McBeal, en las que la dirección recrea metáforas excesivas sobre cómo se sienten los personajes ante las situaciones. Destaca, por ejemplo, el pánico de Benny ante una salutación con otro hombre (sin saber qué tiene que hacer exactamente cuando el otro levanta la mano) o los tíos heterosexuales rompiéndose las camisetas como gorilas en celo mientras alardean de si follan o no.
Con un alumno de The White Lotus en el reparto, un Adam DiMarco irreconocible al interpretar a un estudiante a punto de graduarse y que representa la heterosexualidad más tóxica, Impostura es hábil como radiografía universitaria. Y es que, tras salir del instituto, el ser humano todavía no es adulto: solo entra en una etapa en la que finge serlo mientras debe empezar a entender cómo funciona la madurez.