Un hombre ha sido detenido en Reino Unido tras llevar casi dos años en busca y captura por, presuntamente, haber agredido a un portero de una discoteca de la localidad de Magaluf, en Mallorca. La víctima fue atacada en la cara, donde el agresor le dejó una raja de varios centímetros. Así se desprende de la información publicada por Última Hora.
Un juzgado de Palma había dictado una orden internacional de arresto a este joven británico en 2019, sin embargo, no se sabía nada sobre él desde que, en agosto del mismo año, regresó a su país después de ser detenido y de pagar una fianza de 15.000 euros.
Sin embargo, hace unos días, el individuo fue detenido de nuevo en Reino Unido y la Interpol ha comunicado su nueva situación a la autoridad judicial de Mallorca que instruyó la orden de arresto. El detenido está acusado de rajar la cara con una botella rota a un portero de un conocido local de Magaluf, hechos por los que la Fiscalía solicita cinco años de prisión y una indemnización de 27.476 euros para la víctima.
A juicio
El detenido se enfrenta a una acusación por un delito de lesiones con instrumento peligroso
Ahora que ha vuelto a ser localizado, se iniciará de nuevo el proceso judicial para que pueda ser juzgado lo antes posible en una sala de lo Penal de Vía Alemania. Sobre el joven recae una acusación por un delito de lesiones con instrumento peligroso.
Los hechos ocurrieron alrededor de las 6:00 horas del 31 de julio de 2019. Durante esa madrugada de fiesta, este turista británico habría atacado al portero del local donde se encontraba después de que la víctima le hubiera invitado a abandonar el local por su comportamiento inadecuado.
El joven acusado, que tenía 19 años en ese momento, conversó con la víctima para tratar de convencerle para que le dejase entrar al local de nuevo. Sin embargo, ante la negativa del trabajador, el acusado rompió una botella de cristal, se acercó a la víctima y le golpeó en la cara en dos ocasiones. Así se desprende del relato de la Fiscalía, que añade que el suceso terminó con el rostro de la víctima, de 29 años, completamente desfigurado.
Debido a las lesiones sufridas, de carácter grave, el portero tuvo que pasar por quirófano. Recibió más de 50 puntos de sutura, y le han dejado importantes secuelas después del ataque. Por su parte, el turista fue arrestado la misma noche de los hechos por agentes del Grupo de Apoyo a la Compañía (GRACO) de la Guardia Civil. Este se excusó diciendo que lo único que había hecho era defenderse de un ataque previo por parte del portero. Sin embargo, esta versión fue desmentida por las cámaras de seguridad del local, que grabaron la escena.
El día siguiente, un juez de guardia lo envió a prisión bajo fianza de 15.000 euros tras un largo interrogatorio. El procesado pagó esta cantidad y regresó a su país. Desde entonces, no se supo nada más de él. El juzgado de Instrucción de Palma, que le había requerido en varias ocasiones, no recibió respuesta, por lo que se decretó la orden de busca y captura.