La Guardia Civil ha abierto una investigación tras el hallazgo de restos humanos en un canal del río Guadalquivir, en las proximidades del municipio sevillano de Isla Mayor.
El descubrimiento se produjo el pasado domingo por la tarde, cuando un particular alertó a los servicios de emergencia al observar lo que parecían ser huesos flotando en el agua.
Tras el aviso, se confirmó que se trataba de un fémur y una pelvis pertenecientes a un varón de gran envergadura, según los primeros análisis forenses.
Los huesos fueron localizados en una zona del canal en la que el flujo del agua es regulado mediante compuertas, lo que dificulta determinar si los restos fueron arrojados allí de forma deliberada o llegaron arrastrados por la corriente.
Cuartel de la Guardia Civil en Isla Mayor (Sevilla)
Tras descartar que se tratase de huesos animales, fueron trasladados al Instituto de Medicina Legal de Sevilla, donde especialistas intentan ahora concretar la muerte y detectar posibles lesiones que indiquen las causas del fallecimiento.
La clave de la identificación podría estar en el perfil genético que los expertos del Laboratorio de Criminalística de la Guardia Civil tratan de extraer.
Se desconocen las causas de la muerte
Si se consigue, los datos serán comparados con la base nacional de personas desaparecidas y restos humanos sin identificar. Una coincidencia permitiría poner nombre y apellido a la víctima. De no hallarse correspondencia directa, la investigación se centrará en revisar denuncias por desaparición recientes y estudiar los entornos personales de los desaparecidos.

