Un hombre ha sido denunciado por malos tratos por su ex pareja tras llevar a su nueva novia al piso que ambos comparten. El denunciado se pasó 20 años con su ex pareja, hasta que la relación llegó a su fin y decidieron separarse.
Lejos de tomar caminos separados, la ex pareja acordó compartir piso, ya que la situación financiera de ambos les obligaba a seguir bajo el mismo techo en una vivienda de Arteixo. Así lo asegura la sentencia de Audiencia Provincial de A Coruña, que ha recibido un caso de malos tratos en este mismo domicilio.
El hombre acudió a su vivienda junto a su nueva pareja sentimental y su expareja exigió que se marchara inmediatamente
Edificio de la Audiencia Provincial de A Coruña.
Según informa La Voz de Galicia, los hechos ocurrieron cuando ambos ya solo eran compañeros de piso y llevaban cinco años separados sentimentalmente. Todo ocurrió cuando el hombre llevó a la casa a otra mujer, su “nueva pareja sentimental” según indica la sentencia.
Este tenso momento hizo que la ex perdiera la compostura, exigiendo a la nueva pareja que abandonara la vivienda inmediatamente. En ese momento de discusión, la inquilina asegura que “con la finalidad de menoscabar la integridad física” el hombre agarró a su excompañera por las muñecas, luego por un brazo y seguidamente le propinó un golpe en la cara y un empujón.
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Según el fallo, la presunta víctima fue asistida médicamente ”sin que se le apreciara lesión alguna”; un informe posterior detectó un ligero enrojecimiento e inflamación en la parte externa de la mano derecha. El hombre fue absuelto de la denuncia de malos tratos, por lo que la expareja llevó el caso a la Audiencia Provincial, alegando un error en la valoración de las pruebas.
Sin embargo, el magistrado consideró que no hacía falta revisar unas situaciones ya evaluadas por otro tribunal. Según la reforma de la Ley de Enjuiciamiento Criminal (2015), se prohíbe al órgano de apelación dictar sentencia condenando al acusado absuelto en primera instancia, dejando a salvo, eso sí, la posibilidad de anular la primera sentencia. Sin embargo, la parte apelante no solicitó la anulación del pronunciamiento absolutorio.