Apenas 16 horas de salidas transitorias cada 14 días había conseguido Walter Jesús Molina, de 60 años. El preso, que cumplía una condena por abuso sexual a su hija adolescente, es ahora el principal acusado del feminicidio de su ex pareja, Flora Inés Moyano, de 61 años.
“Flora trataba de evitarle, le tenía miedo porque vivía amenazada por el hombre que, con el beneficio carcelario, salió a matarla”, han contado los vecinos del barrio Soberanía de Las Heras, Gran Mendoza. La mujer fue vista por última vez el pasado sábado por la tarde. Había acordado verse en el Barrio Democracia, cerca de su casa con Molina. Ella quería poner fin a la relación.
Nada se supo de Flora hasta el domingo al mediodía, cuando fue encontrada muerta en un descampado cerca de su casa, y también de la casa de la madre del feminicida, ya que eran vecinos. Al inspeccionar el cuerpo de la mujer, los investigadores encontraron un detalle escalofriante. Alguien le había dejado un mensaje escrito en la espalda: “Ahora no culea [expresión argentina para decir que alguien mantiene relaciones sexuales] con nadie más”.
Antes del asesinato
El hombre cumplía condena por el abuso sexual de una de sus hijas, quien lo denunció cuando ella tenía 17 años
Molina fue detenido durante la noche del domingo, cuando regresó a la Colonia y Granja Penal Gustavo André, donde cumplía condena por múltiples causas. Es el principal acusado en la investigación del fiscal de Homicidios Gustavo Pirrello. Entre esta tarde y mañana, será imputado por feminicidio. Molina tiene 16 hijos con cuatro mujeres que fueron sus parejas. Ninguno de los hijos es de Flora, quien para los registros judiciales era su última pareja.
El hombre cumplía una condena por el abuso sexual de una de sus hijas, quien lo denunció cuando ella tenía 17 años. El 2 de octubre de 2015 fue condenado a 10 años de cárcel por el delito de abuso sexual con acceso carnal de su hija. A ello se sumó una sentencia por amenazas simples.
En 2009 había sido condenado por amenazas agravadas y, en otra causa de 2005 y una de 2003, por robo agravado. En el 2000 recibió una condena por homicidio. Molina estaba a solo tres meses de recuperar la libertad asistida. En el último año, se comportaba como un preso ejemplar. Había sido aprobado en conducta y en convivencia. Hacía clases de guitarra, huerta y folclore en el interior de la granja penal de Gustavo André, en Lavalle.

Walter Jesús Amador Molina (60) detenido por el crimen de Flora Inés Moyano (61) en Mendoza
La salida transitoria que para los investigadores terminó con el femicidio de Flora se la otorgó la jueza Mirna Montaldi, del Juzgado Penal Colegiado Nº 2. Por el artículo 72, quienes hayan sido condenados por delitos contra la integridad sexual de menores no pueden acceder a ciertos beneficios. Sin embargo, la jueza Montaldi consideró anticonstitucional ese apartado de la Ley y otorgó al preso las salidas transitorias a la casa de su madre, en el barrio Democracia de Las Heras. Durante estas salidas, Walter Jesús Amador Molina estaba monitoreado con una pulsera electrónica.
Al conocer los antecedentes y lo escabroso del caso, la ministra de Seguridad de Mendoza, Mercedes Rus ha descargado su furia en las redes sociales: “Un abusador, reincidente y ahora feminicida con salidas transitorias pese a los informes técnicos negativos. Una víctima que no fue protegida”.
Una vecina de Flora ha contado en conversación con radio Nihuil, que la mujer era “muy buena persona y muy buena madre”. Y que los hijos se preocuparon cuando no volvía. Ella “tenía miedo de salir sola a la calle”, ha asegurado.
La familia de Flora denunció su desaparición a la 1:30 horas del domingo. Por la mañana, la División de Búsqueda de Personas realizaba sus tareas en el barrio Democracia cuando llegó el aviso de un chico que había encontrado un cuerpo en un basural, ubicado en la calle Junín al 1100, entre Pedro Pascual Segura y Manuel A. Sáez, de Las Heras.
En lo que va de 2025, son seis los feminicidios en Mendoza, igualando en siete meses la cantidad que hubo en todo 2024. “En este caso, como otros que estamos viendo, muchas mujeres no se animan a denunciar la violencia machista, hay un retroceso en la confianza en la Justicia”, ha denunciado la agrupación MuMaLá Mendoza.
La portavoz de MuMaLá Nacional, Victoria Aguirre, ha asegurado que “la ausencia de presupuesto” también fomenta el aumento de estas cifras trágicas. “La desarticulación y eliminación de programas de prevención y asistencia y la inacción frente a la violencia machista son cómplices de cada feminicidio y multiplicadores de violencia”, ha expresado Aguirre.