Lo que comenzó como una jornada de curiosidad y aprendizaje en el Instituto Comercial Rancagua terminó en caos el pasado jueves 9 de octubre, cuando una explosión durante una feria escolar de ciencias dejó 17 personas heridas. Ha ocurrido en Buenos Aires, Argentina. Entre las víctimas se encuentran una niña de 10 años y una docente de 45 años. La más pequeña, Catalina, es quien ha quedado en un estado más grave y sigue ingresada en el hospital Garrahan en estado crítico.
Desde la dirección médica del Hospital Garrahan han informado de que la niña ha sido sometida a una “nueva cirugía multidisciplinaria” este domingo y han confirmado que “continúa internada en la unidad de cuidados intensivos” y que “su estado es crítico, requiriendo soporte vital avanzado”. El pronóstico es reservado.
En cuanto a la profesora, quien fue trasladada al Hospital San Felipe de San Nicolás por la gravedad de su cuadro, ha sido derivada a Pergamino. A pesar de haber tenido comprometido un ojo, no lo ha perdido. Ha pasado por quirófano para una operación en la cara y otra intervención quirúrgica en la mano. Se encuentra fuera de peligro, según han indicado fuentes consultadas por Clarín.
Caso abierto
Por el momento no hay detenidos y se investiga si hubo negligencia en la preparación del experimento
Hasta el momento, no hay imputados por el hecho. Este domingo, la dirección General de Escuelas de la Provincia ha informado en un comunicado que ha tomado “intervención la Unidad Fiscal de Instrucción N° 1 del Departamento Judicial Pergamino, junto al auxiliar de Fiscalía Ulises Prieto, abriéndose instrucción penal preparatoria caratulada como Averiguación de Ilícitos, con intervención del Juzgado de Garantías N° 1”. El Ministerio también ha detallado que se ha iniciado un sumario interno para determinar “eventuales responsabilidades” en el episodio.
El accidente se produjo cuando un grupo de alumnos presentó un experimento que simulaba la erupción de un volcán. La maqueta consistía en una estructura de barro seco con dos tubos metálicos que contenían una mezcla de azufre picado, carbón y una “sal especial”, probablemente salitre, componentes clásicos de la pólvora negra. Al encenderse, la mezcla provocó una explosión que lanzó fragmentos y esquirlas hacia el público, provocando pánico entre estudiantes, docentes y familiares.
Catalina estaba en la primera fila y sufrió quemaduras en la cara y una lesión penetrante en el cráneo debido al impacto de una esquirla metálica. Por su parte, la docente de 45 años resultó herida en la cara y una mano durante la explosión. Además, otras 15 personas, entre alumnos y adultos, sufrieron contusiones y quemaduras leves. Todos ellos ya han recibido el alta.
El momento en el que la maqueta explota a pocos metros de los estudiantes y docentes
El fiscal Fernando Pertierra, de la Unidad Funcional y Juicio N° 1 ha iniciado una investigación para determinar las causas de la explosión y si hubo negligencia en la preparación del experimento. Se están realizando peritajes y entrevistas a la directora del instituto, al profesor de Química responsable del proyecto y a la representante legal del colegio para esclarecer si se cumplieron los protocolos de seguridad necesarios en un evento que involucraba sustancias químicas con riesgo de explosión.
De acuerdo con datos que han trascendido del expediente, todo ocurrió en el cierre de la “Feria anual de ciencias”, donde se hizo una muestra de reacción de elementos químicos por medio de una maqueta de volcán. Esta actividad de extensión escolar se realiza desde hace 17 años. Y, esta vez, el Área de Química estaba a cargo del profesor Pablo Mastrobernardi.
La comunidad de Pergamino y Rancagua se ha pronunciado en apoyo a las víctimas, organizando cadenas de oración por la recuperación de Catalina y del resto de los heridos.
Las autoridades de Escuelas han informado que “este lunes, ambas instituciones, el Instituto Comercial Rancagua y la Escuela Primaria N° 59 de Fontezuela, permanecerán abiertas para intercambiar, acompañar y escuchar a ambas comunidades educativas, en el marco del abordaje pedagógico de la situación que atraviesa la comunidad educativa”.


