El robo de teléfonos móviles en Londres ha alcanzado cifras de récord y ha destapado una red criminal global que opera desde tiendas de segunda mano hasta exportadores en Asia.
Según la Policía Metropolitana, más de 80.000 dispositivos fueron sustraídos en 2024, situando a la capital británica como la ciudad europea con más robos de este tipo.
En una operación, documentada a través de The New York Times, los agentes irrumpieron en varios locales del norte de Londres, donde hallaron 2.000 teléfonos robados y 200.000 libras en efectivo, además de descubrir un sofisticado sistema para ocultar los aparatos y enviarlos fuera del país.
Todo cambió en diciembre del año pasado cuando una mujer logró rastrear su iPhone robado hasta un almacén cerca del aeropuerto de Heathrow. Allí, los agentes encontraron cajas con destino a Hong Kong, supuestamente llenas de baterías, pero que en realidad contenían casi 1.000 iPhones sustraídos.
Aeropuerto de Heathrow
“Pronto quedó claro que esto no era un simple crimen callejero de bajo nivel. Esto era a escala industrial”, dijo el detective Mark Gavin, encargado de la investigación. Las pesquisas revelaron que los teléfonos eran empaquetados y forrados con más de dos kilómetros y medio de papel de aluminio, un método destinado a bloquear las señales de rastreo.
Las autoridades han identificado a los exportadores como la cúspide de una red delictiva de tres niveles que conecta a ladrones, intermediarios y distribuidores internacionales. Muchos de los móviles terminan en China o Argelia, donde los teléfonos británicos bloqueados pueden seguir utilizándose sin restricción alguna.
Un beneficio de hasta 5000 dólares
“Un iPhone robado en el Reino Unido y bloqueado allí puede usarse sin problema en China”, explicó Joss Wright, profesor de ciberseguridad en la Universidad de Oxford. Según la policía, un teléfono nuevo puede venderse allí por hasta 5.000 dólares, lo que convierte este tráfico en un negocio extremadamente rentable y de bajo riesgo.
Mientras tanto, los robos callejeros siguen en aumento. En 2024, representaron el 70 % de los delitos de hurto en Londres, con un aumento del 25 % respecto al año anterior. Los delincuentes, en su mayoría jóvenes con pasamontañas y bicicletas eléctricas, actúan a plena luz del día.



