Denuncian que la tripulación de un crucero metió en el congelador el cadáver de un pasajero que murió tras ingerir 33 bebidas
Tragedia en el crucero
La víctima falleció por un paro cardiorrespiratorio después de ser reducido por el personal del crucero
Alerta en el crucero más grande del mundo: un tobogán acuático se rompe y deja un pasajero herido
El cadáver del pasajero de un crucero, metido en un congelador después de que le sirvieran 33 bebidas y muriera
Un viaje de placer terminó en tragedia a bordo del crucero Navigator of the Seas de Royal Caribbean, donde el pasajero Michael Virgil, un padre de 35 años de California, murió tras tomarse 33 bebidas alcohólicas en uno de los bares del barco.
El caso, del que ha informado el NY Post, ha derivado en graves acusaciones sobre la actuación de la tripulación del crucero y lo que hicieron con el cuerpo del hombre tras su fallecimiento.
Murió tras ser reducido por el personal después de un ataque de ira
La denuncia fue presentada por su prometida, Connie Aguilar, que asegura que Virgil, que viajaba con ella y con su hijo de 7 años, diagnosticado con autismo, sufrió un episodio de intoxicación extrema que derivó en un ataque de ira al no encontrar su camarote. El personal de seguridad lo detuvo y, según la demanda, fue reducido con ayuda de varios miembros de la tripulación. El informe forense indica que su nivel de alcohol en sangre estaba entre 0,182 y 0,186%, más del doble del límite legal para conducir en Estados Unidos.
Virgil en pleno ataque de ira, momentos antes de ser reducido
Durante el forcejeo, los trabajadores lo redujeron aplicando su peso corporal sobre él, lo que el abogado de la familia, Kevin Haynes, calificó de “la primera ficha de dominó que cayó” en referencia al fatal desenlace. En la demanda presentada también se asegura que se le administró una inyección de haloperidol, un potente sedante, y que fue rociado con varios botes de gas pimienta.
El informe de la Oficina del Médico Forense del condado de Los Ángeles ha concluido que Virgil murió por “hipoxia significativa e insuficiencia respiratoria”, además de inestabilidad cardiovascular, lo que derivó en un paro cardiorrespiratorio.
Supuestamente se negaron a volver a puerto tras la muerte de Virgil
Aguilar pidió que el crucero regresara inmediatamente al puerto de Long Beach tras la muerte de Virgil, pero, según su abogado, la compañía se negó. “No lo hicieron. Pusieron a Michael en un congelador y continuaron el crucero durante varios días”.
El abogado comparó el caso con la muerte de George Floyd, al señalar que ambos murieron bajo restricción física extrema: “Lo redujeron contra su voluntad, lo inmovilizaron y le impidieron respirar”, afirmó. La demanda sigue abierta mientras la familia busca justicia por lo ocurrido, teniendo claro que no fue una muerte natural sino un homicidio.